La segunda ola del coronavirus se ha llevado por delante la esperanza de una recuperación en V que ya se estaba poniendo en tela de juicio incluso en un verano, donde las restricciones turísticas, daban al traste con una nueva normalidad de convivencia más laxa con el Covid-19 y de mayor actividad que luego no se ha visto reflejada en la realidad.
Y de momento parece que también ha paralizado, al menos la rapidez con la que parecían fluir las cosas en materia de fusiones bancarias en España. Desde que el 4 de septiembre se anunciara la fusión entre Caixabank y Bankia que después se ha ido materializando, ninguna más ha llegado a buen puerto.
Bien es cierto que después han comenzado las negociaciones, todavía en marcha, entre Unicaja y Liberbank para crear la quinta entidad española, después de haber fracasado por dos veces. Sin embargo estas se mantienen en marcha, con su paso hace una semana, por el Banco de España aunque se espera que pueda llegar a fructificar antes de que acabe el mes. Y los movimientos en la cúpula con cargos que parecen definirse.
Pero lo cierto es que parecía que los movimientos de integración bancaria en España eran irrefrenables con otras entidades en el punto de mira de las fusiones. Es el caso del Sabadell, que parecía quedarse sin pareja tras el anuncio de la unión de Caixabank y Bankia. Poco después se ponía en marcha con la ayuda de Goldman Sachs para buscar pareja de baile pero las cosas parecen haberse enfriado.
Tras los rumores de su cercanía, primero a BBVA y después a Kutxabank, que las declaraciones del gobierno vasco indicando la independencia de la entidad de aquella comunidad se han encargado de enfriar, lo cierto es que de momento no parece que haya compañero de fatigas financieras capaz de encajar con la entidad que peor lo está haciendo en el mercado en lo que llevamos de año.
Ahora, tras la presentación de resultados, Sabadell comienza a descartar fusiones, aunque los expertos consideran que le será más que difícil continuar en solitario. Santander sigue haciendo la digestión del Popular, Bankinter se autoelimina de la lista y en general las entidades se concentran en reducir sus plantillas y hacer macroreducciones de costes para mitigar el impacto en las provisiones por el efecto coronavirus y el futuro efecto de la crisis económica en las familias y empresa, con la morosidad vía créditos.
Por tanto, ¿Consideran que tras las dos primeras integraciones, si finalmente llega a buen puerto la de Unicaja y Liberbank que parece que sí, habrá más fusiones a corto o medio plazo en España? ¿Se han las condiciones que cree ver el BCE para las fusiones bancarias en nuestro país? O, por el contrario, ¿Consideran que de momento se paralizarán hasta ver cómo discurre el escenario sobre la pandemia?
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