En 2024, Linea Directa obtuvo un beneficio neto de 64,2 millones de euros, debido al crecimiento de sus ingresos, al aumento de clientes así como a la mejora del margen asegurador.
A la espera de conocer los resultados de este trimestre que serán presentados el 28 de abril, la compañía ha centrado su estrategia en la transformación digital y en el mercado español, lo que le ha permitido alcanzar esas buenas cifras de 2024, tras un 2023 complicado en el que obtuvo un resultado negativo de 4,4 millones de euros.
Línea Directa ha conseguido recuperar la confianza de los inversores y el mercado y su propuesta en el canal digital ha mejorado su competitividad.
Las previsiones para el 2025 son optimistas tanto por parte de los inversores como por parte de la compañía, que destacó en su pasada Junta de Accionistas la capacidad de la compañía para adaptarse a los clientes, centrando su objetivo en crecer en número de clientes y aumentar su diversificación de servicios, así como potenciar su transformación digital para hacer frente a los desafíos. Línea Directa también cuenta con un sólido margen de solvencia del 185% y ha anunciado el pago de un dividendo de 0,0414 euros por acción, lo que refuerza el atractivo para los inversores que buscan rentabilidad en valores defensivos.
Sergio Ávila, analista de IG, defiende que la compañía muestra una estructura técnica de fondo alcista. Las acciones de Línea Directa han rebotado desde la zona de 1,07 euros tras apoyarse en la media móvil de 200 sesiones. El MACD ha cruzado al alza y el sesgo técnico de corto plazo mejora, con un objetivo inmediato en los 1,23 euros. Si supera ese nivel con volumen, podría aspirar a cotas superiores en el medio plazo.