Entre ellos, destacan la evolución de los datos macroeconómicos en EEUU, especialmente el desempleo; la colocación de la deuda de los países de la periferia europea y el ritmo de desaceleración de la economía China tras el endurecimiento de su política monetaria para mantener los precios bajo control.
Son varios los elementos por tanto a tener en cuenta pudiendo, cualquiera de ellos, cambiar unas previsiones que adelanten la buena evolución de los mismos. Es decir, que los problemas fiscales de los países de la periferia europea se vayan, poco a poco, relajando al tiempo que los datos macroeconómicos en EEUU muestren una reactivación de la primera economía del mundo, más allá de medidas de estimulo y por supuesto China, país que ha soportado el 30% del crecimiento mundial en 2010, no ralentice tanto sus niveles de crecimiento, que lastre la tímida recuperación en el resto de economías.
Materias Primas y Petróleo.-En este escenario, para la primera mitad del año en curso, los mercados de materias primas podrían ser de nuevo los protagonistas, más allá de los metales preciosos, que han apuntalado sus precios como consecuencia del importante incremento de la incertidumbre.
Así, materias primas como la soja, el cacao, el algodón podrían proporcionar interesantes rentabilidades a los inversores. Son activos cuyos fundamentales podrían ofrecer cierto soporte a los precios que se unirían a elementos externos como la debilidad del dólar desde sus fundamentales, la falta de alternativas de inversión, la cobertura frente a un posible escenario inflacionista, como uno de los efectos secundarios de la implementación de los diferentes planes de estímulo.
Pero además de estas commodities, este podría ser el año de un nuevo repunte en los precios del petróleo, que probablemente supere los 100 dólares el barril principalmente por el factor especulativo.
Divisas.-
Mirando al mercado de divisas podemos intentar anticipar, con la dificultad antes mencionada, algunas monedas que podrían tener un mejor comportamiento durante el presente ejercicio. El dólar australiano (aussie) que, a pesar de haberse revalorizado más de un 13% frente al dólar, podría continuar con esta tendencia, si tenemos en cuenta sus fundamentales, el diferencial de tipos y la vinculación a las commodities. Aunque también podríamos encontrar oportunidades en monedas menos conocidas pero también asociadas a las commodities (petróleo. Es el caso de la moneda noruega el Krone (NOK), que desde el punto de vista de la balanza comercial y otros fundamentales parece interesante para el año que acaba de comenzar.
A través de la versatilidad operativa que nos proporcionan los contratos por diferencias cualquier particular va a poder formar parte de cualquiera de estos mercados, con la posibilidad de realizar operaciones tanto a la baja como al alza, apalancamiento financiera y con unos costes transaccionales realmente competitivos.