Iberdrola rehabilita las primeras 1.000 viviendas a través del aislamiento por insuflado en cámara de aire y ayuda a reducir su factura energética en un 20% y a mejorar su calificación energética.
En su compromiso de apoyo e impulso a los diferentes sectores de la economía para lograr su descarbonización, la compañía lanzó en otoño de 2022 su solución de Aislamiento Smart con la que desde los 1.000 euros y con menos de un día de instalación, las viviendas logran mejorar su eficiencia energética, lo que supone su revalorización y una reducción del gasto en climatización.
La instalación de aislamiento se realiza inyectando lana mineral de vidrio en las cámaras de aire disponibles en la mayoría de las viviendas permitiendo realizar una rehabilitación energética con un coste entre 6 y 12 veces inferior a otras alternativas, sin pérdida de espacio habitable y sin obras, lo que permite realizar la actuación en unas horas.
La reducción de consumo asociado a la calefacción y refrigeración llega en algunos casos a ser superior al 30%. La mejora es más relevante en las cámaras de aire de mayor tamaño, y es más notable en las viviendas más antiguas ya que no suelen tener ningún tipo de aislamiento previo.
Con las 1.000 actuaciones realizadas hasta ahora con Aislamiento Smart se consigue ahorrar más de 1.500 megavatios hora al año, lo que supone el consumo equivalente a 500 hogares. Además, como las actuaciones se realizan, en su mayoría, en viviendas equipadas con caldera de gas esta reducción equivale a 280 toneladas de C02 cada año.
Así, un ejemplo de actuación en una vivienda de 88 metros cuadrados construida en 1975, ubicada en San Sebastián, y con calificación energética F, tras la actuación logró mejorarla dos niveles, hasta la D. Con ello, redujo su consumo de energía más de un 20%, pasando de los 9.600 kWh al año a los 7.400 kWh y reduciendo sus emisiones de CO2 también en un 23%.
Del mismo modo, una vivienda estilo dúplex de 170 m2, ubicada en Madrid y construida en 2003, logró mejorar su calificación energética en una letra, de la D a la C, comenzando a ahorrar cerca de un 30% en energía y reduciendo en el mismo nivel sus emisiones de CO2.
El material inyectado, fabricado con vidrio reciclado, no requiere ningún mantenimiento, es resistente al agua, insectos y roedores, mejora la protección antiincendios al ser ignífugo y proporciona un aislamiento homogéneo al tiempo que impide las corrientes de aire. Además, aísla acústicamente la vivienda de los sonidos del exterior. En la actualidad, esta técnica es la que permite un mayor ahorro de energía por cada euro invertido.