IAG (Iberia) se coloca en la pista de despegue de cara al verano. A pesar de las innumerables dificultades, con la guerra, la inflación y la subida del queroseno, la traslación de costes a los billetes…lo cierto es que se aclara mucho más el panorama y son muchos los que apuestan por el valor en los últimos días. Y aunque hay recortes generalizados, todavía el recorrido que presentan es más que atractivo para el valor.
De ahí que hayamos visto una subida de hasta el 6,25% en solo una jornada que puede ser el principio de una recuperación decidida para el valor. El mal tono del pasado viernes no impidió un saldo positivo semanal que superó el 1,7%. En su gráfica de cotización vemos como IAG mantiene los moderados avances anuales del 4,5%, aunque repunta ya un 9,2% en las últimas cuatro semanas en el Ibex.
Mientras en cuanto a recomendaciones desde Barclays reducen su precio objetivo hasta los 2,49 euros por acción desde los 2,55 euros anteriores, aunque mantiene la calificación de sobreponderar el valor en el mercado. Considera la entidad británica que las aerolíneas han sufrido bastante en el primer trimestre del año a cuenta de ómicron, pero considera que las tendencias sobre las reservas futuras son positivas, destaca su analista Willi Ruppricht y espera que disminuya el precio del queroseno. La rebaja se produce porque, aunque apuesta por el sector, prefiere aerolíneas de bajo coste como Ryanair.
Mientras desde JPMorgan, mantienen la recomendación sobre IAG en neutral, con precio objetivo de 2,25 euros por acción. Y estima su analista David Perry que tras las declaraciones sorprendentemente positivas de aerolíneas como Easyjet y las previsiones de Delta para el primer trimestre, la mejora en la cotización de las compañías aéreas europeas es evidente. Considera que IAG también debería beneficiarse del interés de los consumidores en los viajes de este verano y en el fuerte repunte previsto de los vuelos trasatlánticos.
Por su parte UBS apuesta por comprar el valor, pero reduce hasta los 2,38 euros por acción desde los 2,61 euros anteriores su precio objetivo. Su analista Jarrod Castle considera que este recorte se debe sobre todo al aumento de costes que espera en la compañía, aunque mantiene un recorrido para el valor importante, así como su apuesta de compra por IAG.
Además, desde Sabadell, también recomiendan comprar el valor, aunque recortan su PO hasta los 2,55 euros por acción tras las buenas cifras de Semana Santa y consideran que el aumento del coste del queroseno no pone en jaque sus estimaciones de recuperación ante las perspectivas positivas del verano. Y considera la entidad que IAG volverá en 2023 a los niveles prepandemia.
De hecho, Intermoney apuesta directamente porque la compañía aérea vuelva a beneficios ya en el segundo trimestre de este año. Todo ello tras las buenas estimaciones puestas sobre la mesa por la Asociación de Líneas Aéreas para la temporada de verano en España, que, por cierto, es el segundo mayor mercado de la compañía con un 26% de sus ventas en el pasado ejercicio. Además, la firma considera que IAG puede alcanzar una capacidad del 85% en todo el ejercicio frente a los niveles de ocupación de los vuelos de 2019.
Mientras, desde el punto de vista técnico, el analista independiente Néstor Borrás destaca que IAG “logra rebotar desde el lado inferior del canal bajista de largo plazo en color fucsia y la zona de soporte relevante comprendida en torno 1,505 / 1,460 euros por acción. El valor discurre dentro de un canal bajista de largo plazo, para tener una señal de fortaleza, es necesario vulnerar el lado superior del canal y la resistencia 2,0730 euros por acción”.
IAG en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Mientras los indicadores técnicos que elabora Estrategias de Inversión colocan de rebote al valor con apenas 3 puntos totales de los 10 posibles que puede alcanzar el valor. Solo en positivo se muestra la tendencia a medio plazo que es alcista y también el volumen de negocio a largo plazo, que es creciente.
En el otro lado destaca la tendencia a largo plazo, que se muestra bajista, el momento total, lento y rápido que es negativo para IAG, a lo que se suma además el volumen a medio plazo que es decreciente para el valor y el rango de amplitud, la volatilidad del valor que se muestra creciente a medio y largo plazo.