Grifols ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la firma, sujeta a las condiciones habituales de cierre, de una colocación privada de 1.000 millones de euros de bonos garantizados (“senior secured notes”) al 7,5% con vencimiento en abril de 2030.
Los fondos obtenidos con esta transacción se utilizarán para amortizar los bonos no garantizados (“senior unsecured notes”) con vencimiento en 2025. Los términos y las garantías de estos Bonos son significativamente consistentes con la documentación existente en la deuda garantizada de Grifols, incluidas las garantías reales otorgadas y los respectivos garantes, asegura la compañía.
“Lo cierto es que la nota tan solo hace referencia a que es una colocación privada, por lo que tampoco sabemos con qué descuento se ha emitido”, señala Javier Cabrera, analista de XTB, que recuerda que “una cosa es el tipo de interés que pagarás sobre el nominal, en este caso un 7,5% sobre los 1.000 millones de euros, y otra lo que has conseguido en la emisión”. En este caso, “no sabemos si el descuento (cuanto menos de esos 1.000 millones de euros ha conseguido en la emisión) es muy amplio”.
El equipo de análisis de XTB piensa que “el tipo a pagar es bastante alto, teniendo en cuenta que es una emisión garantizada, lo que significa que está respaldada por activos”. Esto supone que es el tipo de deuda de mayor calidad crediticia que puede emitir la compañía, por lo que ese tipo de interés es el menor posible que puede pagar Grifols en ese plazo temporal. De hecho, los bonos que vencen en 2025 son no garantizados (de peor calidad crediticia) y se emitieron en 2017 por 8 años con un cupón del 3,20% y un coste final del 3,25%, lo que contrasta con las condiciones actuales.
“La situación en la que se encuentran los tipos es diferente, pero también lo es la de Grifols, por lo que veremos un aumento importante de sus costes financieros en los próximos años, perjudicando aún más sus flujos de caja”, destaca Cabrera.
Los Bonos no estarán registrados bajo la Securities Act de 1933 de Estados Unidos y no pueden ser ofertados o vendidos en EEUU a no ser que se produjese el correspondiente registro o una exención equivalente a los requisitos de registro
Grifols ha contado con Osborne Clarke y Proskauer Rose LLP como asesores legales. Deutsche Bank ha sido el agente colocador de la compañía.
Grifols destaca en un comunicado que la transacción “supone un importante hito financiero, subrayando la confianza de los mercados financieros en la solidez del negocio y la resiliencia operativa” de la compañía de hemoderivados. La estrategia financiera acometida “representa un importante paso adelante para abordar los vencimientos de 2025 de la compañía y refuerza el diseño de la estructura financiera a largo plazo”.
“Estamos muy satisfechos con la impecable ejecución de este acuerdo, que refleja la fortaleza de nuestro negocio y la confianza que el mercado de deuda tiene en nuestra salud financiera. Esta colocación no sólo mejora nuestra estructura de capital sino que también refuerza nuestro compromiso continuo con la innovación y el liderazgo en la industria de la salud” ha afirmado Thomas Glanzmann, presidente ejecutivo de Grifols.
Otros avances estratégicos:
Al mismo tiempo, Grifols destaca que sigue avanzando hacia el cierre de la venta de un 20% de su participación en Shanghai RAAS al Grupo Haier, por 1.800 millones de dólares estadounidenses. Este acuerdo estratégico avanza de acuerdo a lo planificado y está previsto que se cierre en la primera mitad del año 2024. Los ingresos derivados de esta desinversión se utilizarán para la reducción de deuda garantizada (“secured debt”) de Grifols con vencimiento en 2025, contribuyendo a la mejora de su estabilidad financiera.
Las acciones de Grifols se disparan un 5,20% a primera hora de la mañana hasta marcar 8,65 euros. Pese a esta fuete subida, el valor cae más de un 40% en lo que va de año.