Según apunta Expansión este martes, la filial de Servicios estaría valorada en 3.000 millones, e incluye los servicios de gestión del agua, tratamiento de residuos y la gestión de edificios y mantenimiento de infraestructuras Ferrovial habría contratado al banco de inversión Goldman Sachs para sondear al mercado en una posible venta de la filial.
Ferrovial Servicios tiene presencia internacional en geografías estables como Reino Unido, España, Australia y Nueza Zelanda, Estados Unidos o Chile y con más de 69.000 empleados, cuenta con un sistema de gestión integral de activos que cubre todo el ciclo de vida.
En 2017, la filial cerró con unos ingresos de 7.000 millones, que representa cerca del 57% de la facturación del grupo. La facturación mejoró un 16,3%, afectada por la integración de Broadspectrum (contribuyó en 2017 con 2.512 millones de euros en ventas, de los que 2.206 millones se obtuvieron en Australia y Nueva Zelanda y 306 millones en América y Chile) y negativamente por la debilidad de la libra esterlina y los recortes presupuestarios de Reino Unido.
Provisiones para su filial de servicios en Reino Unido
Ferrovial anunció en abril que tendrá que provisionar 236 millones, por el contrato de rehabilitación y posterior mantenimiento y reposición de infraestructuras de la ciudad de Birmingham (Reino Unido), gestionado por una filial de Amey, la filial británica de Ferrovial.
La constructora que dirige Rafael del Pino explica en un hecho relevante remitido ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que esta provisión se incluirá en los resultados del primer trimestre del año, que se darán a conocer el próximo 10 de mayo. “Dicha provisión refleja la necesidad de reconocer inversiones adicionales durante la fase inicial del contrato, así como la previsión de que el Ayuntamiento de Birmingham aplicará elevadas deducciones y penalizaciones”, apunta la compañía.
Ferrovial indica que la previsión de Amey, tras la sentencia del Tribunal de Apelación favorable al Ayuntamiento de Birmingham, era que las penalizaciones y deducciones "extraordinariamente elevadas" aplicadas en los dos primeros meses de 2018 se reducirían a un nivel "más razonable" en línea con años anteriores.
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