Con todo,Enagas cierra un trimestre en el que el beneficio después de impuestos alcanzó los 119,1 millones. Una cifra positiva a pesar de la situación en la que se encuentra el mundo y a que la evolución de los índices del mercado de oil & gas no ha hecho que las compañías internacionales en las que participa Enagás se hayan visto afectadas.
La compañía ha cerrado marzo con unos ingresos totales de 283,3 millones, un 8,5% menos que los 309,8 millones del primer trimestre de 2019. El EBITDA alcanza los 235,6 millones con un EBIT que cierra marzo en los 157,7 millones de euros.
El resultado financiero registró, a cierre de marzo, un saldo negativo de-7,6 millones de euros, en comparación con los -27,2 millones del primer trimestre de 2019. Una mejora debida a un efecto no recurrente de 18,4 millones originado por diferencias de cambio positivas generadas por la compra de dólares realizada de cara a la adquisición de Tallgrass Energy LP.
Las cifras de fondos procedentes de operaciones (FFO) a 31 de marzo fue de 177,1 millones de euros, un -10,3% inferior al de 2019 por en efecto calendarización en el cobro de dividendos de las sociedades participadas. El objetivo anual de dividendos de las filiales en 2020 es de 235 millones de euros.
Tras la obtención de las autorizaciones pertinentes y de la junta de accionistas de Tallgrass Enagás ha cerrado la operación de Take Private. Una operación con la que Enagás aumenta hasta el 30,2% su participación en Tallgrass mediante el desembolso de 836 millones de euros.
El dividendo de Enagás no se verá comprometido
Y sin embargo, la deuda neta al finalizar el trimestre bajó hasta 3.605 millones de euros, 150 millones de euros menos que en 2019, con ratio de fondos procedentes de operaciones / deuda neta del 20,4%. El coste financiero bruto se situó en el 2,1%.
Es por ello que para este ejercicio, así como el dividendo de 2019 que está pendiente de aprobarse en la próxima Junta de Accionistas, no “deberían verse comprometidos”.
En línea con su compromiso de alcanzar la neutralidad en carbono en 2050, Enagás apuesta por el desarrollo de los gases renovables -hidrógeno verde y biometano-, como soluciones clave para la descarbonización de sectores difíciles de electrificar. En este sentido, la compañía está desarrollando en su planta de Cartagena el primer proyecto piloto de inyección de hidrógeno verde en una red de gas natural en España con el objetivo de reducir la huella de carbono de la planta.
Entre otros reconocimientos en el ámbito ESG (Environmental, Social and Governance) en el primer trimestre del año, la compañía ha sido incluida en la ‘A List’ de CDP Cambio Climático, con la máxima calificación de su sector en este índice de acción climática. También ha sido incluida en el índice de igualdad de género de Bloomberg y ha obtenido el sello Top Employer por décimo año consecutivo.