El poder del ahorro para el futuro de los autónomos

El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) registró un incremento de casi 20.000 nuevos usuarios en el primer trimestre del 2024, lo que equivale a un crecimiento del 0,6% respecto a diciembre de 2023, para un total de trabajadores por cuenta propia por encima de los 3,3 millones. Si a este contexto sumamos que, los trabajadores autónomos representan el 15% del total de los afiliados a la Seguridad Social y que quienes se jubilen van a vivir más tiempo jubilados por el aumento de la esperanza de vida, planificar la fórmula de ahorro complementario con previsión y disciplina es una decisión relevante.

Hasta el momento, los trabajadores autónomos sólo podían adherirse a un plan de pensiones individual, excepto en los casos en los que el propio autónomo promoviera un plan de empleo en su empresa. Sin embargo, la ley de impulso de los planes de pensiones de empleo ha establecido nuevos incentivos financieros y fiscales, introduciendo un nuevo límite de aportación y deducción por contribuciones a los planes de pensiones de empleo. 

En la actualidad, y tras la entrada en vigor de la Ley 12/2022 de 30 de junio, un autónomo puede aportar hasta un total 5.750 euros anuales a su plan de pensiones simplificado. Como ejemplo, si ya contara con una aportación de 1.500 euros a un plan de pensiones individual o a un plan de pensiones de empleo del que estuviera desvinculado, podría aportar hasta 4.250 euros más. La aportación es absolutamente flexible y el autónomo decide cuánto aportar al plan de empleo simplificado y en qué momento. Sin necesidad de estar asociado a la entidad promotora, podría aportar desde un mínimo de 50 euros y ordenar aportaciones periódicas (mensual, trimestral...) sin compromiso en los importes o en la periodicidad.

Asimismo, los trabajadores que se conviertan en partícipes de estos productos podrán beneficiarse de grandes ventajas fiscales en sus aportaciones a los planes de pensiones de empleo, ya que este ahorro es deducible en la base imponible del IRPF. La desgravación fiscal del total de aportaciones sería la menor de 5.750 euros o el 30% de los rendimientos de trabajo y actividades económicas.

Contar con un plan de pensiones para autónomos, por lo tanto, permitirá complementar la pensión pública, y aporta ventajas tales como la flexibilidad de las aportaciones, la rentabilidad de ese dinero ahorrado y las deducciones fiscales en el IRPF por las aportaciones realizadas hasta un máximo de 5.750 euros en el ejercicio 2024.