La compañía asturiana Duro Felguera parece montada en una montaña rusa bursátil: si ayer subió un 32,8% el martes, hoy las acciones caen un 6,56%. Este vaivén se produce en el contexto en el que la empresa se encuentra inmersa en un preconcurso de acreedores, solicitado en diciembre y con plazo límite para el 11 de marzo. Además, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha requerido a Duro Felguera un plan de reestructuración.
El Sindicato de Accionistas Minoritarios (SAM) de Duro Felguera ha manifestado su interés en entablar conversaciones con la SEPI y los socios de la compañía para buscar una solución definitiva. En este sentido, el presidente del SAM, Eduardo Breña, ha enfatizado la importancia de que todas las partes involucradas dialoguen para encontrar la mejor salida para la empresa.
Ante la posibilidad de que Duro Felguera solicite directamente el concurso de acreedores, la SEPI ha solicitado un plan de reestructuración que garantice la viabilidad de la empresa antes de considerar la capitalización de la deuda. Según fuentes cercanas al consejo de administración, es crucial que este plan sea analizado por los accionistas, ya que la capitalización por sí sola no resolvería las necesidades de liquidez de la compañía.
Duro Felguera se encuentra en un momento crítico, con el plazo del preconcurso de acreedores próximo a vencer. La compañía ha expresado su preocupación y la necesidad de agilizar el proceso, subrayando la importancia de que la SEPI convierta su deuda en capital para garantizar la continuidad de las operaciones.
El Gobierno, a través de la SEPI, que tiene dos asientos en el consejo de administración de Duro Felguera, podría convertir los 120 millones de euros prestados en acciones, lo que le otorgaría la mayoría del capital. Esta medida podría ser crucial para la estabilidad financiera de la empresa y la preservación de empleos.
