Sobre la inversión por dividendo en los valores ya lo hemos comentado en numerosas ocasiones. Es una de las prácticas más seguidas por los inversores, en especial, en tiempos de elevada inflación, o desatada mejor dicho como la actual. Y es una buena fórmula, en especial para aquellos accionistas más conservadores.
Es una medida acertada siempre que la empresa en la que entremos, o estemos, añada constante valor al accionista, porque si la rentabilidad por dividendo de una determinada compañía se obtiene a base de reducir el precio de la acción, no hemos conseguido nada. Obtendremos el dividendo, pero no recuperaremos nuestra inversión a futuro.
Iberdrola, según los analistas, es una buena opción y esta semana en una de las reinas del Ibex en lo que dividendo se refiere. Toca el comienzo del proceso que durará casi un mes relacionado por el dividendo complementario con cargo a los resultados de 2021. Será de 0,274 euros por acción, como acaba de confirmar la compañía, que supone una rentabilidad por dividendo para Iberdrola que supera el 2,7% y un crecimiento importante frente al pasado año del 6,3%.
En total el dividendo por acción global se ha elevado para Iberdrola con cargo a los resultados de 2021 a 0,44 euros por acción, con una mejora del 4,2% y una rentabilidad del 4,4%, que no está nada mal.
En realidad, todo comienza con la comunicación de este miércoles del número de derechos, en este pago de modalidad en scrip, será de una acción nueva por cada 36. El importe nominal del aumento de capital supera los 129,9 millones y el número de acciones nuevas 173,3 millones, con un valor de mercado de referencia máximo del aumento de capital de 1759 millones. Y mañana, el próximo 7 de julio, la acción ya cotizará descontando el dividendo en su precio.
El resto de las fechas clave pasan por el 21 de julio, en el que finaliza el periodo de negociación de los derechos asignados, que mientras se pueden comprar o vender en el mercado, el 2 de agosto, se produce el pago del dividendo y el alta, según el caso elegido, de las nuevas acciones.
Siguiendo el calendario, el 3 de agosto, se inicia en el mercado la cotización de las nuevas acciones emitidas. Ya ha reducido en 148,17 millones de euros su capital social mediante la amortización con 197,5 millones de acciones ante esta política de remuneración a los accionistas.
Esto en lo referido al dividendo, pero vamos a echar un vistazo a cómo se encuentra, en este momento concreto, el valor en el mercado. En su gráfica de cotización observamos que el valor recorta en las últimas cuatro semanas algo más de un 5,2%, mientras se mantiene por encima de los 10 euros y apenas gana en lo que va de año un 0,81%.
Un valor que a florecido desde el pasado viernes a cuenta de la subida de la inflación en toda Europa, con esos niveles por desgracia renacidos, que, en el caso de las eléctricas, elevarán sus ingresos. Además, Iberdrola se acaba de adjudicar su mayor proyecto de redes, en este caso en Brasil, donde duplica su apuesta con 1.100 millones de euros por una línea de 1.700 kilómetros.
En cuanto a su aspecto técnico, el analista independiente Néstor Borrás destaca que Iberdrola “logra vulnerar la zona de resistencia 10,26 / 10,346 euros, validando una gran figura de doble suelo. Pierde el lado inferior del canal alcista de medio plazo, en consecuencia, comienza una corrección hacia la media móvil simple de 200 periodos o de largo plazo. El siguiente soporte importante, estaría en el área comprendida en torno 8,445 / 8,472 euros por acción. El mercado ha validado un patrón envolvente alcista, por tanto, tiene un primer soporte en los mínimos de la vela, en 9,304 euros por acción”.
Iberdrola en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Y si miramos a los indicadores técnicos que elabora Estrategias de Inversión comprobamos que el valor se encuentra en modo consolidación con la rebaja de un punto y alcanza una puntuación total de 5 sobre 10. En la parte positiva destaca la tendencia a largo plazo que es alcista para el valor, el momento total lento positivo y también el volumen de negocio a largo plazo que es creciente a largo plazo.
En el otro lado, la tendencia a medio plazo es bajista, el momento total rápido es negativo, el volumen de negocio a medio plazo es decreciente y la volatilidad, su rango de amplitud en ambas vertientes, a medio y largo plazo, se muestra creciente a medio y largo plazo.