DIA ha informado sobre sus resultados obtenidos durante el primer trimestre del año, periodo en que ha logrado reducir sus pérdidas en un 5,6% respecto a los mismos meses de 2019, registrando un beneficio negativo de 142,6 millones de euros.
El motivo principal de este resultado, informa la compañía, ha sido el impacto del tipo de cambio en Brasil, donde la moneda ha sufrido una devaluación importante, lo que ha supuesto para DIA pérdidas de en torno a los 65 millones de euros. Por otro lado, calculan en 22 millones las pérdidas provocadas por la pandemia del Covid-19, con unos gastos de explotación que aumentaron en un 6% debido a esta crisis.
Como aspecto positivo, el EBITDA ha crecido de manera notable hasta los 61 millones de euros, frente a los 17 millones marcados en el primer trimestre de 2019, al haberse completado ya la primera fase de la transformación de la compañía. Esto también se ve reflejado en los costes de reestructuración, que han caído a 6 millones frente a los 67 registrados en el mismo periodo del año pasado.
En total, las ventas de la cadena de supermercados han decrecido un 2,1% hasta los 1.696 millones de euros. No ha sido el caso del mercado español, en el que las ventas aumentaron un 2%, registrando 1.060 millones. Esta última cifra se ha logrado gracias a la transformación del negocio, que ha conllevado mejoras en el surtido comercial y actualizaciones en el modelo de franquicias.
Respecto a su deuda neta, ha caído en un 4% en comparación con el año pasado, hasta los 1.945 millones de euros. La liquidez registrada es de 425 millones, 4 más que la registrada el 31 de diciembre del ejercicio pasado.
Anuncia previsiones para los próximos años
Durante este año, la firma pretende continuar con la segunda fase de transformación de su negocio, en la cual han incorporado un estudio de los comportamientos de consumo post-Covid-19, así como un mayor alcance de los proyectos online y de entrega rápida. Desde la compañía también destacan sus previsiones de cara a los próximos años. Calculan un crecimiento de entre el 5% y el 7% para las ventas comparables entre 2021 y 2023, así como una mejora en las ventas netas de entre el 7% y el 7,5% para el próximo año.
Los analistas de Renta 4 destacan la estabilidad de las ventas netas de DIA, así como la mejora total del EBITDA y la deuda, aunque destacan que la visibilidad sigue siendo limitada, sobre todo de cara a sus objetivos para los próximos años.
Por el momento, estos resultados no están teniendo una buena acogida en la cotización de DIA en la bolsa española. A media sesión, arrastra caídas superiores al 4%, registrando un precio de en torno a los 0,14 euros por acción. Sin embargo, en lo que va de año, la firma ha logrado aumentar ligeramente su valor, al continuar con su plan de reestructuración, además de pertenecer al subsector de alimentación, uno de los más favorecidos durante la situación actual provocada por la pandemia.
Por indicadores técnicos, la compañía se encuentra en fase de rebote, con una tendencia alcista a medio plazo, pero bajista en el largo. De igual forma, su volumen es creciente en el medio plazo, aunque cambia a decreciente en el largo. Por otro lado, su rango de amplitud, que mide la volatilidad, se sitúa creciente.