Chrysler, que se encuentra en suspensión de pagos de forma temporal y ultima una alianza con la corporación italiana Fiat, indicó que está dispuesta a sufragar el 50% de la inversión, mientras que el 50% restante correspondería al Departamento de Energía.
El proyecto persigue acelerar la introducción del coche eléctrico en el mercado estadounidense. Para ello, Chrysler plantea destinar 365 millones de dólares (263 millones de euros) a un plan de electrificación que incluye la distribución de 365 coches eléctricos entre determinados clientes y socios.
Además, la multinacional con sede en Auburn Hills plantea construir un nuevo centro de electrificación y producción de vehículos en Michigan, con una inversión de 83 millones de dólares (unos 60 millones de euros). Estas instalaciones podrían entrar en funcionamiento en 2010 y fabricar más de 20.000 vehículos al año.
En este contexto, la compañía prevé desarrollar coches eléctricos "enchufables" basados en los modelos Dodge Ram y Chrysler Town & Country, así como una versión totalmente eléctrica del citado Chrysler Town & Country.