Del importe total de exposición al sector inmobiliario y de la construcción, 10.564 millones tenían carácter dudoso, un 36,5% más que en 2010, mientras que los subestándar se redujeron un 18,6%, hasta los 7.283 millones de euros. Esto implica que la morosidad del ladrillo supera más del 28%.
Los activos fallidos se situaron en 1.748 millones, un 22% menos que los contabilizados en el ejercicio precedente, por importe de 2.241 millones.
La entidad destinó en 2011 un total de 85.113 millones de euros en concepto de crédito para adquisición de vivienda, de los que 3.509 millones tenían carácter dudoso, si bien el grueso de este crédito, 84.212 millones, era con garantía hipotecaria.