El informe desfavorable del Consejo de Seguridad Nuclear ante la petición de apertura de la mina a cielo abierto de uranio que debía convertirse en Retortillo, Salamanca, en la más grande de toda Europa es un revés más que importante para Berkeley Energia. El documento es vinculante y decisivo a la hora de que el ejecutivo se decante, ya parece que, en contra, de su construcción.
Y es que el no del CSN augura una decisión negativa por parte del gobierno y en especial del Ministerio de Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera. En concreto el informe pone sobre la mesa que existen riesgos tanto con el tema del almacenaje como el tratamiento de los residuos radiactivos, que se quedarían en Retortillo. Eso, señala el Consejo, podría derivar en filtraciones de sustancias peligrosas para los acuíferos por lo que desestima la autorización.
Ahora la empresa australiana ya se ha puesto manos a la obra para enfrentar este revés. La compañía minera ya contrató al bufete anglo australiano Herbert Smith para dar la batalla en octubre del pasado ejercicio. Lo hizo, tras las acusaciones de Podemos y las noticias negativas que le llegaban del PSOE en la Ley de Cambio Climático.
Así, el pasado viernes llegaba el super rebote para el valor, tras la comunicación de Berkeley a la CNMV. En ella se indica que ha presentado un informe, que buscar mejorar el proyecto analizado por el Consejo de Seguridad Nuclear. Y este es solo el primer paso para solicitar la nueva evaluación del CSN.
El informe contiene además argumentos técnicos, que, según considera la empresa, demostrarán claramente que el proyecto de la mina salmantina cumple con todos los requisitos.
En su gráfica de cotización vemos como el valor ha llegado a subir en la última sesión del viernes tras el contraataque de Berkeley hasta un 15%, aunque al cierre el avance consolidado para el valor fue del 13,69%. A pesar de ello sigue siendo el cuarto valor por la cola del Mercado Continuo, tras caer un 56,4% tras el informe negativo del CSN. En lo que va de año pierde un 44,6%, aunque recupera ya, desde las caídas abruptas del día 12 de julio un 12%.
Todo queda, por tanto, a la espera de cómo evolucione este asunto que ha llevado a Berkeley del cielo al suelo y de nuevo a la tierra en apenas año y medio. Porque en el pasado ejercicio, los avances de la compañía le colocaron al frente del Mercado Continuo, y su interés especulativo por parte de los inversores, con oscilaciones de vértigo, en un valor no apto para cardiacos, en uno de los peores momentos de la bolsa española, en lo peor de la pandemia.
Después vinieron los problemas y la empresa, que también cotiza en la bolsa de Sidney tuvo que reconocer en ocasiones, que no sabía a qué se debían algunas oscilaciones importantes, sin noticias que las respaldaran en el devenir del mercado.
Los indicadores premium de Estrategias de Inversión nos muestran que el valor se coloca en modo bajista, con una puntuación revisada incluso, con nuevos recortes hasta los 1,5 puntos de los 10 de puntuación total para el valor. En la parte positiva, nos encontramos con el volumen de negocio, que, a largo plazo, es creciente para el valor, mientras que la volatilidad, también a largo plazo, se mantiene decreciente.
En el lago negativo, destaca sin duda la tendencia de Berkeley, que, tanto a medio como a largo plazo, se muestra bajista. De igual modo se mueve el momento total, tanto lento como rápido negativo, así como el volumen de negocio a medio plazo que es decreciente y el rango de amplitud, a medio plazo también, que es creciente para el valor.