El beneficio neto de Bankinter en 2020 se situó en 317,1 millones de euros, un 42,4% menos que en 2019, según ha informado el grupo en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El resultado de la actividad bancaria recurrente es de 473 millones de euros, un 13,2% inferior al de 2019.
El banco ha realizado durante este año provisiones por importe de 242,5 millones para anticipar el empeoramiento macroeconómico, con lo que el resultado antes de impuestos de la actividad bancaria se reduce a 230,5 millones de euros, un 62% menos que en 2019. Esta caída es debida tanto a las citadas provisiones como a la ausencia este año de los extraordinarios que la entidad se anotó en 2019 por la compra de EVO.
Por su parte, el resultado antes de impuestos de Línea Directa, que se muestra separado de la actividad bancaria, alcanzó los 179,6 millones de euros, un 25,7% más que hace un año.
La rentabilidad sobre recursos propios, ROE, de Bankinter se mantiene en el 7%. Sin tener en cuenta el impacto de las provisiones extraordinarias, el ROE de la entidad sería del 10,8%.
Márgenes de Bankinter
El margen de intereses alcanza los 1.247 millones de euros, un 6,8% más que en 2019, debido sobre todo a los mayores volúmenes de la inversión.
El margen bruto suma 1.709 millones de euros, lo que significa un 3,6% más que hace un año. Más de dos tercios de esa cifra procede del margen de intereses.
Por su parte, la aportación de las comisiones a ese margen bruto es de un 29%, o lo que es lo mismo: 496,8 millones de euros, de los que 157 millones proceden del negocio de gestión de activos y 98 millones del negocio de valores (un 22% más que en 2019).
Bankinter ha indicado que este margen se ha visto impactado negativamente por unas cargas regulatorias (aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos, Fondo Único de Resolución y otros) que siguen creciendo y que este año ascienden a 115 millones de euros, frente a los 95 millones de 2019.
El margen de explotación antes de provisiones concluye el ejercicio en 880,2 millones de euros, un 4,5% más que hace un año, con unos costes operativos que se incrementan en un 2,7% debido sobre todo a las nuevas inversiones en los negocios adquiridos.
En cuanto a la ratio de eficiencia de la actividad bancaria con amortizaciones, se sitúa en el 48,5%, mejorando ligeramente frente al 48,9% de hace un año.
A cierre de 2020, los activos totales del grupo ascienden a 96.252,1 millones de euros, un 15% más que en 2019.
La ratio de capital CET1 fully loaded de Bankinter se sitúa en el 12,3%, frente al mínimo del 7,7% exigido por el BCE en función del tipo de negocio que realiza la entidad y sus niveles de morosidad.
La ratio de mora de Bankinter mantiene su tendencia descendente desde hace años hasta alcanzar el 2,37% frente al 2,51% de hace un año, casi la mitad que la media sectorial. A su vez, la cobertura de la morosidad crece, pasando del 48,4% al cierre de 2019 al 60,5% de este año.
“Pese a las consecuencias derivadas de la pandemia y las estrictas medidas llevadas a cabo para combatirla, el banco ha mantenido a buen ritmo su actividad de negocio con clientes superando incluso el volumen de ingresos del año precedente”, subraya la entidad, que pone el foco en que en el negocio de empresas, la cartera de inversión crediticia alcanza al cierre de año 28.400 millones de euros, un 11% más que hace un año.
Con cifras solo de la cartera en España, el crecimiento es de un 11,5% frente a un 8,1% de media sectorial con datos a noviembre del Banco de España. En ese crecimiento han tenido un fuerte protagonismo los préstamos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con 8.600 millones de euros formalizados, de los que 6.000 millones han sido ya dispuestos.
Banca Privada cierra 2020 gestionando un patrimonio de 42.800 millones de euros, lo que supone un 6% más respecto a 2019, después de captar en el año 2.700 millones de euros de patrimonio neto nuevo. Y en cuanto al segmento inmediatamente inferior, de Banca Personal, el crecimiento fue del 9%, con un patrimonio neto nuevo de 2.300 millones de euros.
Esa dinámica también se aprecia en la evolución de la cartera hipotecaria que, pese a la práctica paralización de la actividad en los meses más complicados de la pandemia, crece en España y sin tener en cuenta EVO un 1,7% frente a una caída del sector del 1,5% con datos a noviembre del Banco de España.