Bank of America, que salía del accionariado de Sacyr el pasado mes de mayo, hace apenas un mes, vuelve ahora con una participación del 5,095%.
Según datos del registro de la Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNMV), Bank of America irrumpió en Sacyr el 21 de abril, con una participación del 5,042%, que le convirtió en el sexto mayor accionista de la compañía. Más tarde, el 30 de mayo, salió de la compañía por completo. Ahora, vuelve de nuevo con una participación similar, pero que, en esta ocasión, le hace retroceder hasta el octavo puesto como accionista.
Así, la participación de Bank of America se reparte en 15.985.005 acciones de forma indirecta, 17.969.069 en forma de 'swaps' y otros 11.785 títulos en otros instrumentos financieros.
De esta manera, el accionariado de Sacyr queda compuesto de la siguiente forma: La petrolera Disa, mayor accionista de Sacyr, con el 14,6% de las acciones, seguida de José Manuel Loureda Mantiñán, uno de los fundadores de Sacyr (7,3%), Prilou (7,3%), Goldman Sachs (7,3%), Grupo Fuertes (El Pozo, con el 6,4%), Grupo Corporativo Fuertes (con el 6,3%) y JP Morgan (6,03%).
El Grupo Sacyr informa del cierre de la venta del 49% de la Autovía del Eresma
Por otro lado, Sacyr ha comunicado a la CNMV el cierre de la venta del 49% de la Autovía del Eresma, "como continuación a la comunicación hecha por SACYR el 22 de mayo de 2023, en relación con la desinversión del 49% de la autovía del Eresma (España) al consorcio formado por GED Infrastructure y CASER Seguros, con número de registro 22.640, Sacyr informa que la misma se ha materializado, al haberse cumplido las condiciones suspensivas contenidas en el correspondiente acuerdo de venta".
El importe de la desinversión asciende a un total de 69 millones de euros, incluida la deuda asociada a la participación enajenada.
Dado que el Grupo Sacyr mantendrá el control del activo se seguirá consolidando globalmente, por lo que la operación no genera una plusvalía contable pero sí un impacto positivo en fondos propios de 25 millones de euros.
Esta desinversión se encuadra dentro de la política de rotación de activos maduros no estratégicos y/o participaciones minoritarias.