En concreto, el 51% de YPF sería declarado de interés público nacional, mientras que el 49% quedaría en manos de las provincias argentinas. Esta acción conllevaría automáticamente la nacionalización de la compañía, arrebatándosela a Repsol, actual mayor accionista.

El presidente de Repsol, Antonio Brufau
, quien en este periodo de tensiones no ha sido recibido en ningún momento por la presidenta argentina, Critina Fernández de Kirchner, intentó evitar la expropiación de YPF con la promesa de aumentar la inversión en Argentina hasta en 3.500 millones de dólares (2.652 millones de euros), insuficientes para subsanar el déficit energético del país (unos 6.000 ó 7.000 millones de dólares).

El ministro de industria español, José María Soria, declaraba la semana pasada que "el Gobierno defiende los intereses de todas las empresas españolas, dentro y fuera. Si en alguna parte del mundo hay gestos de hostilidad hacia esos intereses, el Gobierno los interpreta como gestos de hostilidad hacia España y hacia el Gobierno de España”. Además, el gobierno español logró durante este fin de semana el apoyo de EE.UU. y Europa para frenar las pretensiones de Fernández de Kirchner y, aunque la presidenta argentina finalmente ha sido imparable, las consecuencias son esperables y, es que, se teme por el futuro de otras 200 empresas españolas (Telefónica, Mapfre, BBVA, Santander), así como de otras nacionalidades, asentadas en territorio gaucho.

Jesús Sánchez Quiñónez, director general de Renta 4, comentaba que “las actuaciones del gobierno argentino están poniendo de manifiesto la situación de la economía del país, pues tienen escasez de dólares y, desde hace meses, el gobierno está intentando desviar la atención de esto con YPF”. “YPF tiene el 30% de los hidrocarburos de Argentina pero, lo que está sucediendo, no solo afecta a Repsol, también de empresas de otros países. No obstante, valorando a cero YPF, el castigo ha sido excesivo para Repsol que ha caído más de un 20%”.

YPF supone actualmente el 60% de la producción de Repsol y un 20% del activo.

Ahora, YPF buscará el apoyo de nuevos socios para conseguir los fondos que necesita, tanto públicos como privados, y acudirá al mercado para financiarse. La presidenta argentina ha hecho referencia a la posiblidad de crear un gran fondo soberano con los beneficios que obtenga del petróleo.

Kirchner también ha aprobado destituir a todos los directivos actuales de la filial, una noticia que ha sido acogida con fuertes aplausos por el auditorio presente en la Casa Rosada. No obstante, para llevar a cabo esta expropiación, Fernández de Kirchner necesita el acuerdo de dos terceras partes del Congreso argentino.

La noticia de la nacionalización de YPF ha saltado al mercado en el momento de cierre de la bolsa española. Repsol, hasta ahora mayor accionista de YPF, subía entonces un 0,06% hasta los 17,48 euros. Veremos mañana cómo digieren los accionistas la confirmación de esta noticia. No obstante, para Víctor Peiró, de Bankia Bolsa, "ya está recogido en la cotización de Repsol". En bolsa, YPF lo asimila mal, cae un  2,44% hasta los 116 pesos argentinos  en la bolsa gaucha y, en la NYSE, se desploma un 16% hasta los 18,31 dólares.

Ante esta mala noticia, Luis Francisco Ruiz, analista de Estrategiasdeinversion.com, comenta desde el punto de vista técnico que “Repsol, si se está dentro, habría que poner un stop en los 16.89 euros pensando que puede tener más recorrido a la baja”.

GRÁFICO COMPARATIVO COTIZACIÓN REPSOL (naranja en el Ibex 35) VS. YPF (verde en la bolsa argentina):

Fuente Bloomberg


COTIZACIÓN YPF EN LA NYSE:

Fuente Bloomberg