Aunque los disturbios en Egipto no han tenido un impacto significativo sobre el suministro global de petróleo, el desarrollo de los acontecimientos en Libia y Argelia siguen al rojo vivo y en cierto sentido resultan más problemáticos, bajo nuestro punto de vista. En conjunto, los dos países producen 2,8 millones de barriles de petróleo al día, cantidad que, de acuerdo a los datos de la Agencia Internacional de la Energía, representa aproximadamente el 10% de la producción de la OPEC. Es por ello que cualquier trastorno en el suministro por parte de estos dos países tiene un impacto significativo en el suministro global y en los precios.
Sin embargo, seguimos pensando que conviene ser cautos a la hora de incorporar los sucesos actuales en los fundamentales a largo plazo y en nuestras decisiones de inversión, incluyendo la posibilidad de una eventual destrucción de la demanda o de que estemos sobreestimando los trastornos en el suministro de petróleo. Si bien a medio y largo plazo esperamos una subida sostenida de los precios del petróleo por una cuestión estructural de la oferta, que no geopolítica, pensamos que en el corto plazo se está sobrevalorando el impacto de las revueltas sobre los precios del petróleo.
Nuestra recomendación en el corto plazo es aprovechar precios por encima de 120 dólares para hacer plusvalía en BRENT y en el medio plazo centrarnos en compañías cuyo negocio está enfocado hacia la exploración del crudo y compañías de servicios de yacimientos petrolíferos