ACS ha alcanzando un acuerdo inicial para la venta de sus proyectos de energía fotovoltaica en España a través de su filial ACS Servicios, Comunicaciones y Energía.
En un comunicado enviado al supervisor bursátil, la compañía dijo el pasado viernes que la venta incluye los proyectos que están en funcionamiento actualmente y lo que se vayan desarrollando de 2020 a 2022, con una potencia total instalada de unos 3.000 MW.
ACS no ha informado de quién es el comprador de los proyectos, pero sí fijó el valor total que espera alcanzar, en torno a 2.200 millones de euros, con un "equity value" actual de unos 750 millones de euros.
"... se podrá contabilizar en la cuenta de resultados del ejercicio cerrado al 31 de diciembre pasado, la cantidad de unos 250 millones de euros de beneficio neto", dijo la compañía.
El analista José Antonio González indica que la lateralidad de ACS “gana en fiabilidad con el paso del tiempo, escenario que identificamos en torno al área de resistencia intermedia de los 37,36 / 37,17 y el soporte de los 32,32”.
“Dicha consolidación la clasificamos dentro de una estructura creciente primaria, que nos permite mantener un sesgo constructivo, al tiempo que la mejoría de corto plazo está respaldada por un incremento en el volumen de contratación”, añade.
Teniendo en cuenta los indicadores del área Premium de Estrategias de inversión, ACS cotiza en fase de consolidación con una nota de 6 sobre 10. La tendencia es alcista en el medio plazo, pero bajista en el largo. El momento es positivo y la volatilidad decreciente.
Tras subir un 5,37% en 2019, las acciones de ACS caen un 3% en lo que va de año. La resistencia de medio plazo se sitúa en los 37,36 euros, al tiempo que el soporte de medio plazo se encuentra en los 33,53 euros.
Los analistas, según recoge Reuters, aconsejan comprar las acciones de ACS. De los 15 brokers que cubren la actualidad del valor, 11 aconsejan comprar; dos, mantener y dos, vender.
Con un precio objetivo de 42,13 euros, el potencial de subida de ACS es del 22%.