La constructora ACS ha logrado en 2019 un beneficio neto de 962 millones de euros, según sus resultados pertenecientes a este periodo. Esta cifra supone un incremento del 5% respecto a los beneficios del año anterior, en el que alcanzaron los 916 millones. Aun así, estos resultados han quedado ligeramente por debajo del consenso esperado.
Esta cifra positiva se debe, principalmente, a las ventas de activos renovables, cuyas plusvalías han compensado el efecto negativo de la provisión llevada a cabo por CIMIC, su filial australiana.
Las ventas de la compañía subieron un 6,5% hasta superar los 39.000 millones de euros, un récord de ingresos, debido sobre todo a los buenos resultados del negocio en América, que suponen la mitad de su volumen de negocio.
Por otro lado, el EBITDA se ha incrementado en un 7%, principalmente debido a la aportación de Abertis, sin la cual los analistas de Renta 4 calculan que la cifra sólo habría ascendido hasta el 3%. Concretamente, la compañía registró un beneficio antes de intereses e impuestos por valor de 3.148 millones de euros.
Su deuda neta asciende a 54 millones de euros, cifra equivalente al 0,02 veces su EBITDA, por lo que se mantiene un nivel de endeudamiento similar al de años anteriores. Por su parte, las inversiones del grupo ascienden a 1.254 millones de euros.
La cartera se ha incrementado cerca de un 8% hasta los 77.756 millones de euros, debido en gran parte al crecimiento de las infraestructuras en las principales áreas geográficas en las que opera la compañía, como son Australia, Estados Unidos y Alemania.
La empresa propiedad de Florentino Pérez ha logrado mejorar en todas sus áreas de negocio. De esta forma, el beneficio en su división de infraestructuras ha crecido en 2019 un 4,6% hasta los 613 millones de euros. Por otro lado, el área de servicios industriales logró un 7,8% más, mientras que la de servicios creció un 3,3% respecto al año anterior.
Los indicadores de Estrategias de Inversión otorgan a ACS una puntuación de 2,5 sobre 10. La compañía se encuentra en situación de rebote, con tendencia bajista tanto a medio como a largo plazo. Su volumen es creciente en el medio y el largo plazo, mientras que su rango de amplitud es decreciente en el largo plazo, pero creciente en el medio.
Según las lecturas obtenidas mediante la Máquina de Trading, destinada al análisis y operativa de corto plazo, la cotización de ACS presenta ligero momento negativo con un volumen de contratación en la media, sin mostrar excesos en sus principales indicadores y osciladores de precios, una situación de que sigue aportando de potencial de continuidad a su momento negativo vigente.
