La bolsa de valores es un mercado que pone en contacto empresas y administraciones que buscan financiación, por una parte, y ahorradores (particulares u organizaciones) que quieren invertir su dinero en busca de una rentabilidad. Las transacciones entre demandantes y oferentes las realizan intermediarios autorizados en una bolsa de valores, un mercado organizado, que puede ser físico o virtual, administrado por una entidad privada y autorizado y supervisado por una entidad regulatoria.

En España existen cuatro bolsas de valores, las de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia. Todas ellas son supervisadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

¿Qué podemos comprar y vender en la bolsa de valores?

En la bolsa de valores se puede operar títulos de renta variable (acciones de empresas cotizadas) y de renta fija (deuda pública y privada), así como otros valores negociables, como pueden ser fondos de inversión, productos derivados, productos estructurados o productos híbridos.

Las bolsas de valores son mercados secundarios de valores, pues en ellas se realizan compraventas de activos financieros que han sido emitidos previamente en el mercado primario. Es decir, cuando un inversor acude a la bolsa porque quiere comprar acciones de una determinada empresa, no se las compra directamente a la compañía, sino a un tercero que ya las posee y las ha puesto a la venta. Esta compañía no recibe ningún fondo por esa transacción, pero puede beneficiarse de ella porque el valor de la empresa se incrementa si sube el precio de sus acciones. La mayor parte de las transacciones financieras se ejecutan en estos mercados secundarios.

¿Cómo funciona la bolsa de valores?

Los inversores deben dirigirse a una empresa de servicios de inversión o a una entidad de crédito que actúe como intermediario para comprar o vender, por lo que deberán abrir una cuenta de valores con este intermediario, a través de la que darán sus órdenes.

El precio de los títulos que quiera comprar dependerá de la oferta y la demanda de cada momento. Es decir, si hay más inversores que desean comprar acciones de una compañía en vez de venderlas, el precio de las acciones subirá, y viceversa.