2008 será recordado como un año en el que se pasó de una crisis hipotecaria en EEUU a una crisis mundial y a una recesión incluso en buena parte de los países desarrollados... ¿2009 será peor o será el año del inicio de la recuperación?

La burbuja de la titulización de activos estalló ya a mediados de 2007. Por otra parte, tomando los factores de Nacional Bureau of Economic Research se puede considerar que la recesión ha comenzado en EE.UU. en julio de 2008, con lo que todavía le queda camino por recorrer. De hecho, el indicador adelantado de Economic Cycle Research Institute de Estados Unidos -bastante acertado en predecir la magnitud e intensidad de caída del PIB en EEUU los últimos 14 años- implica actualmente que la recesión será profunda, con una caída del PIB hasta menos dos por ciento en términos anuales. A ello se
añade que esta crisis es muy diferente de la de 2001, pues actualmente coincide una caída del empleo industrial y de venta de vehículos, elemento característico de una recesión duradera.

¿Qué previsiones de crecimiento e inflación manejan desde Pictet Asset Management para 2009?

Esta crisis es muy diferente de la de 2001 y más parecida a la de 1981-82. A mi juicio, es probable que el crecimiento en EEUU sea anémico hasta el último periodo de 2009. Respecto a la infl ación, tanto en EEUU como en la Zona Euro, Japón y Reino Unido se ha pasado de una fuerte estanfl ación hasta julio a la tendencia a desinfl ación actual. De hecho, la caída de precios
puede continuar hasta mediados del año que viene en EEUU e incluso entrar en terreno negativo en julio, antes de volver a subir. En este estado de cosas conviene fijarse en el componente de rentabilidad real de la deuda –sin infl ación–.

En la última parte de 2008 se ha notado cómo “los inversores han huido hacia la calidad” y han optado por la renta fija… En deuda soberana las rentabilidades son ya muy escasas ¿sigue siendo interesante invertir en deuda pública cuando se esperan nuevas avalanchas de emisión de deuda por parte de los Estados?

Los mercados de deuda gubernamental van a continuar aprovechándose de la aversión de riesgo –bajando su rentabilidad y aumentando su precio– aunque están expuestos a una corrección técnica en caso de estabilización en los mercados de acciones, así como al aumento dramático de las necesidades de fi nanciación. Así los déficit presupuestarios y gastos asociados a la recapitalización de bancos puede requerir de emisiones de deuda de gobiernos sin precedentes (747.000 millones de euros en el área europea, 150.000 millones más que en el periodo anterior), si bien no es previsible que ello presione los precios a la baja antes de un año. De hecho la mayor parte (200.000 millones) de la nueva emisión prevista en 2009 en la Zona Euro es mediante letras del Tesoro, cuyo impacto es limitado en la rentabilidad a medio y largo plazo de
la deuda gubernamental.

El euro ha sido ganador en 2008 frente al dólar… ¿qué previsiones manejan para 2009?

Las principales divisas están lejos del equilibrio a largo plazo –determinado por la relación del poder de compra que proporcionan–. El dólar se ha recuperado recientemente, pero sigue infravalorado en términos históricos frente al conjunto de divisas. El Euro, sin embargo, en cuestión de meses ha vuelto a la media. Mientras tanto, la Libra esterlina ha entrado en terreno
de infravaloración, donde puede que permanezca durante un tiempo. Por su parte el Yen está muy caro y totalmente fuera de previsiones históricas, lo que puede perjudicar su economía.

¿Cree que ha llegado el momento de volver a mirar hacia la renta fija corporativa para aprovechar la elevada rentabilidad que está ofreciendo?

En deuda de alta rentabilidad, el diferencial de rentabilidad respecto a bonos del Tesoro tanto en EEUU como en Europa se ha incrementado de manera dramática desde mediados de 2007. Sin embargo, la tasa de impagos sigue por debajo del nivel que debiera tener. Es probable que esta situación no se pueda mantener y que la tasa de impagos aumente en 2009 y 2010 hasta el 12 ó 15%. Además, en la época de la burbuja tecnológica los impagos eran mayores pero concentrados en telecomunicaciones y tecnología y actualmente tienen un carácter mucho más diversificado entre sectores. Las buenas noticias son que este diferencial se encuentra ya descontado en precios y que puede haber una mejora el último trimestre de 2008 y el primero de 2009 por el apoyo al sector financiero –vector natural de liquidez para el resto de la economía–. En este sentido resulta interesante el método del Gobierno francés que emplea un vehículo que proporciona dinero o garantías a las entidades financieras en proporción al crédito que conceden. Es posible que el resto de programas de refinanciación converjan hacia este modelo. En cuanto a la deuda con calificación crediticia, el diferencial con la deuda del Estado se encuentra un 400%, por encima de cuando la burbuja tecnológica. Sin embargo, la volatilidad de este diferencial se ha multiplicado por cuatro hasta el 4%, por lo que incorporar crédito cualificado en una cartera de bonos gubernamentales aumenta mucho más el riesgo que antes. En cualquier caso, actualmente estamos en fase de liquidación, especialmente significativa en deuda de alta rentabilidad y especialmente en la zona Euro, después de que el mercado se percatase que la crisis no estaba limitada a EEUU. Esta fase puede continuar hasta comienzos del año que viene y terminar el primer trimestre de 2009. La normalización en los mercados de crédito ha comenzado, pero a paso muy lento, pues los bancos no han reabierto la liquidez y las calificaciones de crédito siguen tensas. Determinados fondos de pensiones han alcanzado suelos técnicos y se han visto obligados a realizar ventas forzadas, vendiendo acciones y comprando duración –sensibilidad a variaciones de
tipos de interés–.

¿Cree que los fondos saldrán reforzados de esta crisis?

A pesar de la crisis, los fondos de inversión mantienen su esencia como vehículo de ahorro a medio y largo plazo, aunque muchos inversores minoristas hayan llegado a renunciar a las ventajas fiscales, liquidando con altos impuestos elevadas plusvalías acumuladas, para moverse a depósitos a corto plazo. Sin embargo, los fondos siguen siendo el vehículo principal para el inversor institucional y de banca privada. Tarde o temprano el panorama mejorará y el inversor español seguirá siendo fiel al ahorro en fondos, que conlleva numerosas ventajas respecto a los depósitos. Es previsible que vuelva a haber oferta activa en fondos. De hecho el inversor sigue teniendo una alta confi anza en los fondos como vehículo de inversión y en la industria en general, si bien la coyuntura de los mercados ha producido una creciente aversión al riesgo. El hecho de que gran parte del patrimonio haya ido a depósitos es coyuntural, ya que los fondos son y seguirán siendo vehículo inversor principal de cualquier ahorrador a medio y largo plazo. Solo hay que saber elegir la combinación de fondos que mejor se adapte a los objetivos de riesgo y rentabilidad.

Rocío Arviza
Redacción Estrategias de Inversión