Basándonos en un estudio realizado por el S&P Dow Jones Indices, se concluye que a largo plazo la infraponderación de compañías con bajo rating ESG compensa en rentabilidad, con lo que, si se combina una adecuada valoración financiera y extrafinanciera, los resultados alcanzados pueden ser muy favorables.

En un día como hoy, Estrategias de Inversión contribuye una vez más con educación, pero en este caso financiera. Hace unos pocos días, alguien preguntaba qué diferencias había entre un fondo indexado y los ETFs, y aprovechamos este día para explicarlo, así como las implicaciones fiscales de uno y otro.

A pesar de que la inversión ESG ha enfrentado el año pasado en un complejo entorno, no solo de mercados sino también rodeado de muchas nubes grises que tapan el sol de los beneficios de algunas de estas estrategias en cuanto al medio ambiente, el factor social y la buena gobernanza corporativa, el patrimonio de estos productos superó los 103.066 millones de euros, incrementando su representación en el total de los activos de fondos de inversión más de 13 puntos porcentuales.

En un encuentro celebrado en la semana con inversores sobre las perspectivas 2023, la gestora global realizó una encuesta entre los inversores invitados con unos resultados que están en el consenso en cuanto a la subclase de Renta Fija y el estilo en renta variable que tendrá mejor desempeño en 2023. Sin embargo, en cuanto a la región estaba muy ajustado entre Asia, EE.UU y Europa, y en cuanto al momento en que la Fed deje de subir tipos había mucha dispersión.

El estratega de JPMorgan, Marko Kolanovic se muestra cauto con su asignación de activos y sugiere tomar beneficios en renta variable ya que las buenas noticias de menor inflación y de un potencial aterrizaje suave están ya incluidas en precio, con lo que sugiere que el rally reciente se termine en el 1T23. Es optimista con materias primas, emergentes, renta variable defensiva y de crecimiento.

Con un horizonte temporal de inversión de largo plazo y en el arranque de un nuevo año,  debemos buscar oportunidades en negocios disruptivos, que marquen megatendencias y que, por tanto, vayan a ganar peso en la economía global de forma acelerada. Uno de estos negocios es sin duda el del cloud computing. Una opción para invertir en la nube en EEUU, China o Canadá, es a través de un ETF.

Se ha visto que en muchos sentidos el 2022 fue un año de locura, con mucho ruido geopolítico de fondo, que terminó lastrando a los mercados financieros. A ello se añadieron factores macro que terminaron por rematar. Cabe recordar que a mediados de año, y con la que caía, los gestores decían que en años como ese la gestión activa brillaría debido a que tiene "mas cintura" para ajustarse y por basarse en un proceso de selección de valores bottom up. La pregunta es ¿quién ganó a quién en 2022 entre un mundo de alternativas?

Tras algunos años en los que China no contaba con el beneplácito de los inversores, y con muchas dudas por resolver aún, los inversores extranjeros no quieren perderse la oportunidad de repunte del segundo mayor mercado y han comprado más de 9.500 millones de dólares en acciones chinas, que es un poco más del 10,5% de lo adquirido en todo el 2022. De seguir esta tendencia, podría superar fácilmente el volumen invertido en 2022, que fue la cifra más baja de los últimos 6 años por parte de los extranjeros.

Analizamos dos fondos de inversión  de la gestora Abante, que se han comportado mal en el 2022 así cómo alternativas para los partícipes que busquen ideas de ambos fondos el Abante Asesores Global y el Abante Bolsa.