Los precios máximos y el espejismo del alquiler barato. Por qué topar precios ha agravado el problema en Cataluña
El precio máximo suena bien… hasta que te das cuenta de que no hay nada que comprar. La idea de limitar los precios del alquiler puede sonar sensata, casi reconfortante. Aparentemente, es una forma directa de proteger al inquilino y garantizar el acceso a la vivienda. Pero como ocurre tantas veces en economía, lo que parece una solución termina agravando el problema. Y si queremos ver un ejemplo claro de esto, no hay que viajar a la antigua Roma ni a la Venezuela de Maduro. Basta con mirar a Cataluña.