Estamos viviendo un 2024 con rentabilidades en positivo tanto en los mercados de renta variable como de renta fija, pero no exento de inestabilidad. Ahora, con la vista puesta en la recta final de año, "las elecciones de EEUU del próximo 5 de noviembre, la publicación de resultados empresariales del 3T2024 y los datos macro, que posiblemente van a continuar en un contexto muy parecido al actual y en un entorno de crecimiento que tildaría de modesto" son los eventos clave más inmediatos, señala Joaquín García Huerga, director de estrategia global de BBVA AM, que no se olvida tampoco del elemento que más quebraderos de cabeza ha dado al mercado, la inflación. De momento, "no sé si la guerra a la inflación está ganada, pero la batalla por ahora sí, porque las inflaciones van estando controladas. Nuestras previsiones nos hablan de inflaciones en el entorno del 2% para los próximos trimestres. Quedan únicamente dos elementos que bailan: por un lado, la inflación subyacente está por encima de la general y es más pegajosa porque lleva dentro el sector servicios, y, por otro, no está tan claro que la inflación estructural esté solventada. Hay cierta inflación estructural de fondo y esto va a propiciar que las bajadas de tipos de interés no sean tan agresivas como a veces el mercado pone en precio; esta inflación estructural viene motivada por la transición energética (que es necesaria pero muy cara y la paga el consumidor final), por unos mercados laborales en el mundo desarrollado muy tensos (faltan trabajadores en muchos sectores) y por el cambio climático y presión en el precio de algunas materias primas agrícolas. Estos factores estructurales están ahí y no va a ser tan fácil controlarlos en los próximos años".
La importancia de tener una visión neutral al mercado
En este contexto, en el que además tenemos, por un lado, políticas monetarias que empiezan a ser más laxas y complacencia en el mercado con unas bolsas que siguen haciéndolo bien, pero, por otro, un crecimiento global que se desacelera, un consumo que se empieza a enfriar, un mercado laboral que en ciertas partes del mundo también comienza a congelarse y riesgos geopolíticos, "se va a generar una volatilidad en el sistema y es básico tener estrategias que descorrelacionen", dice Pilar García-Germán, directora asociada de ventas de Fidelity International. "Es más importante que nunca estar en estrategias que puedan hacerlo bien en cualquier entorno de mercado, más allá del binomio renta fija-renta variable, que no va a funcionar tan bien como en los últimos años con esos tipos de interés tan bajos que hemos tenido hasta 2022".
Además, si echamos la vista atrás, podemos ver que estas estrategias han cumplido su papel en el pasado. "La gestión alternativa está teniendo un buen rendimiento y tiene un elemento diversificador en las carteras que funciona. Si coges el rendimiento desde finales de 2018 hasta la actualidad, ha cumplido su papel diversificador", detalla Fernando Sánchez Santidrián, responsable de alternativos de CaixaBank AM. "Y no solamente eso. En eventos malos para la renta fija o renta variable las inversiones alternativas han tenido menos pérdidas, con lo cual ha cumplido y está cumpliendo su función diversificadora y de protección. El motivo es que no depende de la dirección de los mercados. Las acciones se van a guiar por fundamentales, no por eventos macro ni de riesgo más sistémico, sino por temas más idiosincráticos".
Estrategias mejor posicionadas
Sin embargo, hay que tener presente que las estrategias alternativas no son homogéneas. "Todas las estrategias de gestión alternativa no son iguales y cada una tiene un riesgo diferente, que muchas veces no va a asociado a la dirección de los mercados", apunta Sánchez Santidrián, de ahí que sea fundamental, a la hora de invertir, "hacerlo de la mano de un profesional, contar con una carta diversificada con un peso muy estable en el tiempo (5, 10 o 15) y tener paciencia y creencia".
Dicho esto, dentro de las estrategias de gestión alternativa, en Caixabank abogan en las carteras, desde hace tiempo, por "estrategias de alfa de renta variable long-short, sobre todo sesgo neutral (tanto enfoque cuantitativo como fundamental)". También "estamos muy favorables en estrategias de alfa de crédito, si bien a lo mejor estamos un poco menos positivos porque las valoraciones son más exigentes, pero vemos que funciona este tipo descorrelación entre las apuestas de un investement grade contra un high yield o diferentes posiciones de curvas de un emisor. Además, nos gusta el global macro, ya que creemos que todo el tema de políticas monetarias y divergencias genera oportunidades para los gestores que tienen la flexibilidad de ponerse largos y cortos dentro de lo que puede ser duraciones de tipos de interés de diferentes países, o incluso curvas y divisas. Por último, estamos más neutrales en eventos corporativos y más negativos en estrategias más sistemáticas de seguimiento de tendencias".
Desde Fidelity, a nivel sectorial y de valores "lo más importante es jugar a través de la diversificación y estrategias globales. Con todo, le vemos bastantes oportunidades a compañías de pequeña y mediana capitalización, que se han quedado más rezagadas y que, en cuanto a valoraciones, están muy atractivas y en un entorno de caídas de tipos deberían hacerlo bastante bien. Por otro lado, en este entorno de incertidumbre, apostamos también por estrategias algo más defensivas y por sectores como salud o estrategias globales enfocadas en el dividendo o en las rentas. Y, por último, nos sigue gustando mucho toda la parte de tecnología, ya no tanto como una temática o un sector sino como una idea estructural que debería estar en cualquiera de las carteras, aunque no todo vale y miramos mucho por valoración y por calidad". En este punto, Pilar García-Germán destaca el Fidelity Absolute Return Global Equity, un fondo de renta variable global market neutral que destaca por la forma en cómo está gestionado. "Tiene dos filtros: un análisis fundamental donde encontramos las mejores y peores ideas de todo el mundo y un análisis más cuantitativo con siete variables que nos dicen qué compañías queremos tener en la parte larga y qué otras en la parte corta. Al final tienes una estrategia que neutraliza totalmente los riesgos de mercado, es decir, la parte sectorial, momentum, estilo... consiguiendo una cartera que te descorrelaciona con otros activos".
Si miramos al largo plazo, para BBVA "después de toda la subida tan fuerte de tipos de interés, la renta fija tiene un sitio idóneo para construir carteras. Nuestras estimaciones anuales para los próximos años nos hablan de rentabilidad nominal positiva en la renta fija, e incluso rentabilidad real. El principal objetivo de todo inversor debería ser (al menos) batir a la inflación y sólo con la renta fija se va a poder (como mínimo) empatarla y (posiblemente) batirla. Por su parte, la renta variable está en un punto intermedio, no está en el punto dulce como si estuviéramos saliendo de una recesión, pero tampoco hay una burbuja, porque si uno combina valoraciones con crecimiento de beneficios la métrica resultante es bastante más razonable de lo que parece. Con ello, a día de hoy es obligatorio mirar a mercados privados también para construir las carteras de los clientes, y las expectativas son bastante buenas, son buenas en infraestructuras y en real estate, una vez se está eliminando toda la presión de tipos de interés. Además, la deuda privada da unas estimaciones muy potentes, con lo cual la resultante de todo es crecimientos moderados en los mercados y bastante alineados con lo que una cartera mixta ha venido dando históricamente, ni mucho más ni mucho menos", detalla Joaquín García.
Sin embargo, por encima de todo esto, para BBVA la clave está en un proceso inversor disciplinado. "No estamos al albur de la noticia de la semana, del contexto del mes, de ahora las cosas suben o bajan... eso no nos guía. El contexto económico y de mercado puede cambiar drásticamente y de forma rápida, por eso es muy importante que el proceso inversor sea disciplinado... Y es que esto no va de intentar acertar el siguiente susto, sino de entregar buenas carteras a los clientes", concluye el director de estrategia global de BBVA AM.