La bolsa japonesa ha captado la atención de los inversores este año y parece que seguirá haciéndolo. ¿Dónde ven los expertos de Capital Group algunas oportunidades en este país?
A comienzos de agosto de este año 2024 tuvimos un susto importante con caídas abruptas en los mercados internacionales. Ya hemos tenido ocasión de explicar algunos de los motivos de esta repentina caída en otro artículo. Pero el análisis a posteriori, que es muy necesario para entender las dinámicas de los mercados, se queda corto si no sacamos experiencia. Mucho cuidado, no digo que se pueda hacer ciencia de la historia. Ni que lo que haya sucedido en el pasado suceda de nuevo en el futuro. Digo que hay que aprender lecciones y ganar en experiencia.
No hace mucho que los mercados de renta variable se tambaleaban ante el temor a un desplome. De manera inusual, empezaron a caer a comienzos de agosto, una época en la que los volúmenes de negociación suelen ser bajos, con los mercados al norte del ecuador en su letargo veraniego. Se llegó incluso a hablar de un “colapso del mercado”.
Comprender el impacto que tecnologías innovadoras como la IA están teniendo en la economía en general y dentro de diversos sectores será clave para identificar las oportunidades que crean.
Con su potencial ilimitado para transformar distintos sectores, así como nuestra forma de trabajar, la inteligencia artificial (IA) generativa ofrece atractivas oportunidades de inversión.
Carlos Arenas, analista de fondos habla en Estrategias de inversión sobre las caídas que hubo a comienzos del mes y de la conveniencia de reducir el peso de renta variable a favor de activos más seguros durante la etapa estival. Pero ¿qué hacer ahora?
Tras un marcado tono de aversión al riesgo en agosto, la recuperación de la confianza ha ayudado a que los precios de la renta variable y los rendimientos de los bonos vuelvan a subir.
Como ya anunciábamos en un vídeo a comienzos de julio, el verano (este especialmente) es buen momento para reducir algo el riesgo de la cartera, llevando parte de la renta variable a fondos de mayor protección, como pueden ser los de renta fija, retorno absoluto o algún activo refugio como el oro.