El giro global de los bancos centrales hacia políticas monetarias expansivas ha beneficiado históricamente a los inversores en renta fija. No obstante, en el primer semestre de 2024, este impulso favorable perdió fuerza, ya que la solidez de los datos económicos moderó las previsiones de recortes de tipos.
Este verano, han competido en Europa los mejores jugadores de fútbol del continente y, a pesar de que parece que la temporada ya ha llegado a su fin, nos gustaría señalar algunas de las empresas más destacadas que impulsan nuestras propias estrategias de renta variable sostenible y de pequeña capitalización.
Aproximadamente entre 1811 y 1816, hubo grupos de personas en Inglaterra, conocidos como “luditas”, que destruyeron maquinaria, sobre todo en las fábricas de algodón y lana. Ellos, como muchos de nosotros, tenían miedo al cambio. Había mucho empleo de larga duración en las fábricas de algodón y lana, y estas personas temían que si las máquinas ocupaban sus puestos, quedarían abandonados por la sociedad, sin trabajo e incapaces de mantener a sus familias. Este paradigma puede ilustrar cómo muchas personas perciben la IA en la actualidad.
En los últimos años, en los que la Reserva Federal ha subido los tipos de interés y han aumentado los rendimientos, los mercados de renta fija se han movido por terrenos complicados. Sin embargo, los activos de crédito, desde la deuda corporativa de grado de inversión a los bonos de titulización hipotecaria (MBS), ofrecen valor potencial.
En lo que llevamos de 2024, los inversores en renta fija han estado ocupados con el exitosísimo calendario de nuevas emisiones, el cambio de postura del Banco de Japón y el incremento de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio; todos estos factores han competido por la atención del mercado. Sin embargo, la inflación —manteniéndose por encima de su objetivo— ha seguido siendo el tema dominante y como consecuencia, se ha intensificado la volatilidad en los rendimientos de los bonos soberanos al rectificar el mercado sus expectativas de que los bancos centrales bajarían los tipos antes de fin de año.
A la vista de la evolución de los grandes índices norteamericanos en las últimas semanas, hay voces relevantes del mercado que empiezan a anunciar ya una posible rotación de inversiones desde los gigantes tecnológicos hacia la mediana y pequeña capitalización. Proponemos un ETF para entrar y participar en este posible giro del mercado.
Las probabilidades de que el Banco de Inglaterra reduzca los tipos de interés en agosto son superiores al 50%. También hay preocupaciones reales sobre la inflación salarial. En Europa, la economía sigue tambaleándose y es probable que haya más recortes de tipos por parte del BCE. Los tipos estables en el Reino Unido con una economía en mejora, frente a tipos más bajos y un crecimiento más lento en el extranjero, significan que es probable que la libra siga fortaleciéndose.
Durante décadas, los bancos han tenido una relación de tira y afloja con la tecnología. Hoy en día, si no invierten continuamente en nuevas herramientas, corren el riesgo de quedarse rezagados respecto a sus competidores o ser superados por nuevos actores, que pueden proporcionar productos financieros más baratos y fáciles de usar.