Carlos Arenas, analista de fondos habla en Estrategias de inversión sobre las caídas que hubo a comienzos del mes y de la conveniencia de reducir el peso de renta variable a favor de activos más seguros durante la etapa estival. Pero ¿qué hacer ahora?
Tras un marcado tono de aversión al riesgo en agosto, la recuperación de la confianza ha ayudado a que los precios de la renta variable y los rendimientos de los bonos vuelvan a subir.
Como ya anunciábamos en un vídeo a comienzos de julio, el verano (este especialmente) es buen momento para reducir algo el riesgo de la cartera, llevando parte de la renta variable a fondos de mayor protección, como pueden ser los de renta fija, retorno absoluto o algún activo refugio como el oro.
Hasta ahora, las 180 primeras empresas estadounidenses han mostrado sorpresas moderadas en sus beneficios. Dicho esto, esta vez las estimaciones de beneficios del segundo trimestre en EE. UU. apenas se han revisado a la baja antes del inicio de la temporada (+3 puntos porcentuales de mejora de las revisiones frente a la media histórica desde 2011), por lo que las sorpresas positivas son menos probables. El riesgo político y una macroeconomía más débil también podrían afectar a las previsiones, aunque estas últimas parecen mejores que las del primer trimestre para los primeros informes.
Hablamos con Chris Deves, socio fundador y director de Relaciones con Inversores de Sosteneo Infrastructure Partners, parte del ecosistema de Generali Investments sobre las energías renovables. En esta segunda parte del 2024, ¿qué las hace interesantes? ¿Por qué tenemos que tenerlas en cartera?
Los valores vuelven a su media a largo plazo con el paso del tiempo. Esta tendencia se debe a una combinación de ciclos económicos y de mercado, así como al comportamiento subyacente de los prestatarios.
Aunque los mercados siempre conllevan riesgos, se diría que actualmente el panorama es favorable a los inversores globales en multiactivos. En términos generales, la economía crece según lo esperado o incluso más, la inflación sigue moderándose, los hogares y las empresas están saneados y el ciclo de recortes de tipos ya se ha iniciado en el caso del Banco Central Europeo o podría estar a punto de hacerlo, en el caso de la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco de Inglaterra.