El ciclo de bajada de los tipos de interés es algo que crea mucha controversia entre inversores y expertos. En la eurozona continuará y en Estados Unidos con la llegada de Donald Trump parece que hay más dudas. Habrá oportunidades y también para el inversor tradicional, pero ¿cuáles?
La incertidumbre probablemente se mantenga en niveles elevados mientras los mercados internacionales lidian con la inflación, la geopolítica y sus implicaciones para los gobiernos, lo que eleva el riesgo de la renta variable para los inversores. En un momento en el que las rentabilidades de los índices bursátiles mundiales están cada vez más concentradas en EE.UU. y dominadas por los Siete Magníficos, los inversores son más vulnerables frente a las caídas de los mercados. Los enfoques neutrales al mercado en renta variable, como la estrategia Absolute Return Global Equity de Fidelity, podrían ser apropiados para abordar estos retos al disociar las rentabilidades de los movimientos generales del mercado
Puede que te sorprenda, pero el R2 es un término muy buscado en el sector financiero. Es normal, es un concepto estadístico que el inversor no tiene por qué conocer.
El inicio de cada año suele venir acompañados con una pregunta, ¿cómo evolucionarán tanto la economía como los mercados? Rob Lovelace, gestor de renta variable, Jared Franz, economista y John Queen, gestor de renta fija, de Capital Group, opinan al respecto
Cuando se comparan los mercados financieros europeos y estadounidenses, emergen diferencias nada más verlos. No solo por su diferente composición, mucho más centrada en innovación el americano y más sesgado a financieras e industriales el europeo. Nos referimos a la rentabilidad. Basándonos en el gráfico siguiente, vamos a intentar arrojar un poco de luz sobre esta más que notable disparidad.
Invertir en fondos de reparto de dividendos es una estrategia muy útil y, cada vez más, utilizada por muchos inversores. Esta estrategia combina los ingresos periódicos con la revalorización de las compañías que componen la cartera del fondo. Es como un inmueble que proporciona rentas y se revaloriza. O, como escuché una vez a una vez a una señora mayor, “es como tener una gallina que pone huevos y, además, un día descubre que la gallina tiene el doble de carne”. Es más de andar por casa, pero se me quedó grabado por lo gráfico que resulta. Además, este tipo de fondos puede aglutinar a un mayor número de inversores porque tiene una parte de conservador (el reparto de dividendos) y una parte de tolerante (dependiendo de las compañías que tenga el fondo).
Existe un consenso razonable en torno a las perspectivas para 2025: estanflación en el Reino Unido, estancamiento en Europa y Ricitos de Oro en Estados Unidos. En el Reino Unido, la inflación y el desempleo aumentarán. La economía estadounidense parece que se comportará bien con modestos recortes de los tipos de interés (creemos que puede haber más de los previstos). A pesar de los problemas estructurales de la industria manufacturera, Europa podría crecer más de lo que muchos esperan.
Es normal que hayas escuchado que las mayores compañías del S&P500 suponen alrededor del 30% del índice. Eso es cierto. Habrás oído decir que su peso se ha incrementado mucho. Es verdad; suponen un 33,5% del índice un puñado de compañías que se pueden contar con los dedos de las manos; las conocidas como 7 Magníficas. Pero de ahí no se deriva la conclusión de que el S&P500 sea un mercado muy concentrado.
Hay consenso en que EE.UU. lo hará mejor que Europa en este 2025, pero no por eso debemos dejar de diversificar carteras e incluir RV europea de calidad. Analizamos un ETF posicionado en las compañías más rentables vía dividendos en Europa.
En los últimos meses hemos tenido sucesos que han afectado en mayor o menor medida la economía mundial, lo que hace a los expertos estar alerta por la gran incertidumbre que tenemos por delante en los próximos meses. La economía mundial podría echar el freno en el corto plazo y el riesgo de recesión que planea sobre Alemania y Estados Unidos tiene en vilo a los mercados. Pero, ¿cómo podemos prepararnos?