Asset Managers comenzó el año con el evento “Año nuevo, estrategias de inversión nuevas” en que tres gestoras y cuatro banqueros privados y asesores nos dieron sus ideas sobre los retos que ha dejado 2022, uno de los peores años en bolsa y renta fija, y las oportunidades que se abren en este 2023.

Nadie duda de que estamos en la era de la tecnología. Un sector que ha pasado a primera plana en el último año por el sufrimiento que ha experimentado con la subida de tipos de interés y la rentabilidad en los bonos. Un pesimismo que ha sido provocado por el sentimiento más que por los fundamentales del sector, dice Beatriz Rodríguez San Pedro, Sales Manager en Fidelity International, “lo que nos hace seguir siendo optimistas con el mismo”. Un activo que ha pasado de un extremo optimismo, derivado de la expectativa tras la pandemia por parte de las compañías de que la tendencia seguida en el confinamiento se iba a mantener e hicieron sus previsiones en base a ello, a un extremo pesimismo, que ha sido favorecido por los recientes anuncios de recorte de empleos, algo que les llevará a ser más eficientes en costes.

Es hora de centrarse en los fundamentales del sector tecnológico

Entre los aspectos negativos que argumenta la experta de Fidelity que pesan sobre el sector están el “endurecimiento monetario, donde las subidas de tipos afectan a sus beneficios y descuentos de flujos, la fortaleza del dólar y muchas otras áreas de presupuestos. Una de las áreas que también vemos negativo es la demanda dentro del hardware. Se ha pasado de demandar muchos equipos para digitalizarse, trabajar desde casa a una tendencia donde todos queremos salir a la calle y lo que nos apetece es estar más desligados de algunos aspectos tecnológicos”.

Pero también hay lugar para el optimismo, y mucho, sobre el sector. Por un lado, porque existen empresas dentro del sector que tienen un elevado poder de fijación de precios en un entorno donde la subida de la inflación hace que muchas empresas vean mermados sus márgenes. Además está la capacidad de estas compañías de relocalizar sus negocios, algo que han hecho a raíz de la crisis de suministros. “Un sector muy limpio con una deuda muy baja en relación a otros sectores del MSCI World , con ROEs muy elevados y valoraciones que, tras un pésimo 2022, ha dado puntos de entrada muy atractivos”.

Entre los subsectores, dice Rodríguez, ven oportunidades en el área de semiconductores, sector automovilístico o industrial y, ligado a esto, robótica y automatización “donde esperamos que se quintuplique el crecimiento que estamos viendo a día de hoy a nivel mundial”. En este entorno, la demografía juega un papel clave porque somos muchos los países que estamos envejeciendo y “poder lidiar esa pérdida de fuerza laboral automatizando procesos será clave en muchas regiones. Además vemos oportunidades en la parte de experiencias, con muchas compañías como Airbnb que tiene que ver con la vuelta a la situación de pre pandemia, y el 5G, en un momento en que Huawei se está viendo obligado a desaparecer del desarrollo de esta tecnología en muchas regiones y donde están entrando muchos competidores a intentar ganar cuota de mercado”. Una tecnología que en los países emergentes sigue en niveles muy bajos.

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Al final “el sentimiento es una cosa y los fundamentales son otra. Hay que centrarse en los fundamentales sin dejarse llevar por el sentimiento negativo que existe sobre el sector”.

Un sentimiento que, a lo largo de 2022, se extendió casi por todas las clases de activos y donde la palabra que mejor describía la situación era volatilidad. Sin embargo, este entorno “de ineficiencias también ha dejado muchas oportunidades”, dice Iván Díez, Sales Manager en Lonvia Capital en un año donde el mercado ha estado dominado por la narrativa macro pero, sobre todo, en el que los inversores estaban muy pendientes de los datos de inflación, amplitud y rapidez con la que los Bancos Centrales subirían tipos, guerra en Ucrania, confinamientos en China…”lo que ha generado mucha volatilidad en un período corto de tiempo, que es muy impredecible”.

Por lo que hoy en día, la visión de largo plazo es más esencial que nunca ya que el corto plazo está asentado en unos parámetros sobre los que no tenemos ningún tipo de control. “Está claro que nos encontramos en un cambio de paradigma, tendremos que vivir con inflaciones más altas que las que hemos tenido en décadas, con tipos más altos y, como stock pickers, es importante ver cómo esto afectará a los modelos de negocio en los que estamos invertidos”, dice Díez. Una situación en la que se hace más evidente aplicar los “conceptos sencillos de la inversión”: buena diversificación de cartera, visión de largo plazo y buen entendimiento de las clases de activos en los que estoy invertido.

Small Caps, rendimiento ajustado al riesgo más óptimo que las de gran capitalización

En Lonvia Capital son especialistas en pequeñas y medianas compañías, una clase de activo que sufrió mucho en 2022 por la menor capitalización y por el miedo a cómo podían enfrentarse estas compañías a un menor crecimiento. Un universo de inversión amplio “y en el que nos centramos en aquellas compañías que compiten en ciertos nichos de mercado y que serán capaces de seguir creciendo, expandiéndose y generando beneficios de forma sostenible”. No es un secreto que la inversión a largo plazo en pequeñas compañías es más rentable que las de gran capitalización y lo es por muchas razones, explica Díez: “son menos conocidas y eso permite encontrar buenas oportunidades; tienen capacidad para expandirse y, además, agilidad para poder adaptarse y afrontar nuevos retos”. Un universo donde se encuentra la innovación y se pueden encontrar modelos de negocio orientados al crecimiento en segmentos como tecnología, digitalización, servicios, industria… “Compañías que en un momento puntual de mercado pueden ser más volátiles pero, desde un punto de vista de rendimiento ajustado al riesgo, son mucho más óptimas que las de gran capitalización”.

Un universo que requiere que el inversor esté cómodo y en un período largo de tiempo, al menos cinco años, que es el tiempo que necesitan las compañías para expandirse, crecer y generar beneficios de forma sostenible. “El tiempo para pasar de ser un actor local a acabar siendo líder a nivel global (esto es, que más del 50% de sus cifras de negocio vengan de fuera)”. En este segmento muchas compañías cotizan a precios y valoraciones de 4-4,5 años con crecimientos mayores a los de entonces. “En Europa la calidad es mucho mayor de lo que se percibe y cuenta con un rol muy relevante para los avances que hemos experimentado como sociedad: tecnología médica, innovación en medicina…que es algo imparable pues los estados tras el covid se han dado cuenta de cuán importante es su sistema de salud y seguirán invirtiendo en innovación. El hecho de que se haya descubierto una vacuna contra el Covid -19 en menos de un año es una prueba irrefutable de lo que se puede hacer con la innovación. Y cuando hablamos de innovar se hace de cualquier empresa en cualquier sector de actividad pues nos hemos dado cuenta que tiene un retorno sobre el capital empleado mayor, son más eficientes, productivos, ahorran costes…”.

Hay una oportunidad en este universo de small y mid cap para inversores con visión de largo plazo, donde los mercados son eficientes. “Si uno es capaz de seleccionar compañías capaces de crecer y generar valor para sus accionistas, su precio lo va a ver reflejado”, admite el experto de Lonvia Capital.

Al final lo que queda es un cambio de paradigma de la mano de la subida de tipos por parte de los bancos centrales que ha hecho que la renta fija haya comenzado a pagar algo de yield después de décadas en tipos cero e incluso negativos. En 2022 “hablábamos de un escenario central de recesión leve, tanto en EEUU como en Europa, porque las curvas estaban indicando eso. La situación no ha cambiado: seguimos viendo como escenario central una recesión leve, tanto en Europa como en EEUU, pero con un escenario que va ganando probabilidades que es el de desaceleración económica sin llegar a una recesión”, dice Ana Rosa Castro, sales director de Nordea AM. Todo ello en un entorno en que la inflación sigue en cifras más altas que los objetivos de los Bancos Centrales y éstos siguen enfocados, no sólo en la inflación de corto sino la expectativa para controlarla. “Por lo tanto, siguen con un enfoque de mantener la subida de tipos hasta 2024”.

Cédulas hipotecarias para conseguir un alfa muy atractivo

En este entorno, aunque es un año para aprovechar oportunidades, “sigue siendo de mucha incertidumbre en el mercado. Nuestro enfoque está más basado en seguir siendo defensivos, tanto en renta fija como en renta variable porque en ambos activos se pueden encontrar oportunidades de inversión muy atractivas sin aumentar mucho la volatilidad”, dice Castro.

En la parte de renta fija, dada la probabilidad de recesión, “estar en una calidad crediticia alta puede ser atractivo. Los niveles de impago no son muy altos pero están ahí e invertir en ciertos activos que proporcionan mayor estabilidad como la cédula hipotecaria europea, que en 200 años de historia no ha tenido ninguna quiebra o insolvencia, puede ser una oportunidad. Una calidad muy alta y un activo en el que, con una gestión activa ,se puede obtener un alfa muy atractivo. Además puede ser una alternativa porque se pueden cubrir con opciones. No vemos el momento de entrar en duración en renta fija muy elevada pero cubriendo duración se puede entrar en un activo con gran atractivo”, admite la experta de Nordea.

Una casa que, en renta variable, aboga por un sesgo defensivo en el que todavía tiene sentido combinar distintos estilos de inversión. “Estilos como sería value, calidad y baja volatilidad, es decir, tener una cartera con una beta reducida, inferior a la del mercado”. En carteras que permitan estar preparados para los tres factores que seguirán siendo clave este año: inflación, subida de tipos y recesión económica.

Algo que se consigue seleccionando empresas que tengan estabilidad a medio y largo plazo. “Creemos que la estabilidad solo se puede conseguir a través de un mínimo de cinco a diez años con empresas que tengan un crecimiento muy fuerte constante en el tiempo. Ahí vemos mayor oportunidad en sanidad, tecnología de la información y consumo. Tendríamos un sesgo parecido al MSCI World, con mayor peso en EEUU por la estabilidad a largo plazo, y con baja ponderación a emergentes”.

Esas empresas serían enfocadas desde su atractivo poder de fijación de precios. Compañías como Oracle, J&J, Alphabet, Coca- Cola… que han demostrado que en períodos de fuerte inflación han trasladado el aumento de precios al consumidor sin ver afectados sus márgenes. "Una cartera preparada para la subida de tipos, con valoraciones menores e inferiores a las del mercado y que permita tener una cartera más protegida”, concluye la experta de Nordea. 

23_guillermo_santosGuillermo Santos (socio de iCapital): “Lo mejor en 2022 ha sido no gestionar la volatilidad pues los momentos buenos estuvieron muy concentrados en determinados meses y enero de 2023 ha sido un año francamente favorable para los mercados de acciones. Es momento de mirar hacia adelante y aprovechar las oportunidades. La previsibilidad hoy en día se puede lograr y “garantizarte” rentabilidades superiores al 3-4% a plazos razonables solo con renta fija”.

23_jorge_gonzalezJorge González (Director de análisis de fondos de Tressis): “Los excesos que se cometieron en 2020-2021 se han corregido, en renta variable y en renta fija donde, tras una década perdida, tenemos un cupón que nos permite combatir la pérdida de poder adquisitivo por la inflación y nos sirva de colchón para compensar las subidas de tipos. Todo ello en un entorno de mucha volatilidad que hace necesario meter en cartera activos que descorrelacionen, como los metales preciosos”.

23_cicuendezMiguel Ángel Cicuéndez (socio de Consulae EAF): “Aunque la mejor inversión es a largo plazo somos más tácticos , lo que nos permite hacer estrategias con derivados que a medio plazo no podríamos hacer. Posiblemente estamos en un año en que hay que ser algo tácticos porque, con esta subida, parte del año se ha podido hacer en el mes de enero y hay que irse a fondos de renta fija con riesgo y duración menor. Nos gusta la renta fija europea de grado de inversión, renta variable europea , China, Asia Pafícico, Latinoamérica mientras EEUU creemos que se quedará más retrasada”.

Consuelo Blanco (responsable de análisis de fondos en Estrategias de inversión): “En términos generales se observa cautela y ser selectivos. Las valoraciones se han ajustado aunque no todo está limpio. La preocupación es más por la inflación pero habrá que estar atentos a que no haya efectos de segunda ronda. Carteras enfocadas a la calidad en sectores muy defensivos y en compañías con poder de fijación de precios. En Emergentes, Asia ex-Japón. Aparte de los metales preciosos, si creemos que es el despertar de china, deberíamos estar atentos a los metales industriales. El momento es de sentimiento no, valoración sí”.