A principios de año, muchos anticiparon que la Reserva Federal de EE. UU. (Fed) llevaría a cabo importantes recortes de tipos para mitigar los riesgos de crecimiento. Los mercados de futuros llegaron a descontar bajadas de 150 puntos básicos (pb) para finales de año. Mientras nos adentramos en la segunda mitad de 2024, los recortes previstos se limitan a unos 50 pb en un contexto de inflación persistente y de fortaleza en el consumo. Esta incertidumbre en torno a la política monetaria, junto con las tensiones geopolíticas y las próximas elecciones estadounidenses, podría provocar volatilidad en los mercados y crear oportunidades para la rotación activa sectorial y en gestión de la duración.

¿Recortará la Fed los tipos?

Los últimos datos han llevado a varios bancos centrales, entre ellos el Banco Central Europeo, el Banco de Canadá y el Banco Nacional Suizo, a recortar los tipos este año. Sin embargo, en Estados Unidos, una inflación superior a la prevista ha obligado a la Reserva Federal a buscar el equilibrio entre dos de sus objetivos: precios estables y pleno empleo. El crecimiento del PIB estadounidense fue menor que el estimado en el primer trimestre, y los indicadores de confianza del sector empresarial y de los consumidores se han resentido. En el mercado laboral observamos señales contradictorias: menos ofertas de empleo y salarios reducidos, que se ven compensados por un fuerte crecimiento de las nóminas y una baja tasa de desempleo del 4,0%.

Aunque la inflación ha descendido tras tocar techo en 2022, el gasto en consumo personal subyacente (PCE en inglés), el indicador de inflación preferido de la Reserva Federal registró un aumento interanual del 2,8% en abril (gráfico 1). Creemos que la inflación podría estabilizarse en un nivel cercano al 3%, por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal. Si la inflación se mantiene elevada, los responsables de las políticas monetarias deberán decidir entre asumir los riesgos del crecimiento económico o mantener su credibilidad en la lucha contra la inflación. Confiamos en que el crecimiento y las condiciones del mercado laboral permanezcan estables, por lo que es poco probable que la Fed cumpla con las previsiones del mercado de recortar los tipos este año.

Contar con rendimientos limitados dentro de un rango

La inflación continuará ejerciendo un papel determinante en la evolución de los tipos de interés y el desempeño de los sectores crediticios. La estabilidad de la inflación, en ausencia de grandes turbulencias, debería reducir la volatilidad de los tipos de interés, con lo que el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense se mantendría relativamente constante. Los rendimientos que ahora ofrecen la mayoría de los mercados desarrollados representan una buena oportunidad para que los inversores abandonen el efectivo. Aunque los tipos de interés del mercado monetario son atractivos, actualmente muchas carteras de renta fija están generando rendimientos superiores a los del efectivo. 

Además, conservar el efectivo entraña riesgos, como el riesgo de reinversión y el de duración. Por riesgo de reinversión nos referimos a la posibilidad de que los tipos de interés a corto plazo caigan rápidamente, un fenómeno común en periodos de desaceleración económica que obliga a los inversores en activos líquidos a reinvertir a tasas más bajas y menos atractivas. El riesgo de duración es el riesgo que asumen los inversores en efectivo al mantener su inversión en deuda de corta duración. La caída de los tipos de interés suele provocar una revalorización del capital en los bonos de mayor duración, algo que los inversores en efectivo se perderían.  

Los bonos con vencimientos más largos suelen actuar como contrapeso a las acciones, ya que su valor tiende a aumentar cuando el mercado bursátil cae.

¿Qué sectores nos parecen menos atractivos?

  • Deuda corporativa de alta calidad crediticia (IG) de larga duración: ​ la estrechez de los diferenciales es el principal motivo que impide mejorar el desempeño de los bonos corporativos. La deuda corporativa con grado de inversión también podría enfrentar una gran presión sobre sus márgenes si el poder de fijación de precios disminuye. 
  • Deuda soberana de mercados emergentes: aunque los mercados emergentes se han beneficiado del sólido crecimiento global, el margen para que los diferenciales se reduzcan aún más es muy escaso. Los diferenciales en divisas fuertes son muy estrechos, especialmente para los emisores con grado de inversión.
  • Valores convertibles contingentes: los CoCos se han revalorizado considerablemente desde que el año pasado tocaran fondo tras la quiebra de Credit Suisse. Si bien no tenemos dudas respecto a los valores financieros europeos, su valoración no es tan atractiva como hace un año.

Cómo actuar frente a la volatilidad asociada a las elecciones

Las próximas elecciones estadounidenses y las actuales tensiones geopolíticas pueden provocar volatilidad en los mercados. Mantenemos una visión positiva sobre la resiliencia de los mercados independientemente del resultado electoral y nos inclinamos por comprar activos de riesgo en los periodos volátiles previos a los comicios. 

Los inversores deberán permanecer atentos y proactivos, listos para capitalizar los desajustes del mercado a medida que surjan. Este contexto exige un enfoque flexible y dinámico que aproveche la diversidad de oportunidades de alto rendimiento y gestione los riesgos con cautela. Si los inversores se mantienen ágiles y posicionan estratégicamente sus carteras, podrán convertir la incertidumbre del mercado en una gran oportunidad para impulsar tanto el rendimiento como la rentabilidad total en 2024.
 

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