Es posible que el actual mercado alcista, iniciado en octubre de 2022, pareciera en ocasiones sobrevalorado debido al excesivo enfoque en la IA y al incesante debate sobre los «Siete Magníficos». Sin embargo, su duración y la rentabilidad total obtenida hasta ahora son modestas en comparación con periodos anteriores.
Hay varios indicadores adelantados que pueden anticipar el final de un mercado alcista, como el deterioro de los fundamentales económicos y empresariales y la preferencia de los inversores por activos cada vez más arriesgados. Creemos que estos factores no están presentes actualmente y que el contexto económico es favorable, lo que sugiere que al mercado alcista aún le queda recorrido.
Implicaciones para la inversión
- En un entorno de «no recesión», la renta variable suele fortalecerse en los meses posteriores a un recorte de tipos. Ahora que la Fed acaba de iniciar el ciclo de recortes para normalizar los tipos, es posible que se prolongue la duración del actual mercado alcista. Los recortes de tipos podrían impulsar otros segmentos del mercado, como el segmento Value y las compañías de pequeña capitalización, que se vieron lastradas por los tipos «más altos durante más tiempo» y quedaron rezagadas frente a las grandes tecnológicas.
- Los mercados alcistas aún pueden verse afectados por periodos de caídas (drawdown). Los inversores deben confiar en la solidez de los fundamentales para afrontar la volatilidad y mantener sus inversiones, ya que los días de mayor rendimiento suelen aparecer poco después, y perderse esos momentos podría reducir drásticamente la rentabilidad a largo plazo. La caída sufrida en agosto de 2024 fue una consecuencia del relajamiento de las operaciones populares; no obstante, los fundamentales se mostraron sólidos y el mercado alcista recuperó su posición poco después.
- Con la moderación de la inflación, la correlación entre bonos y acciones se normaliza, lo que potencia los beneficios de la diversificación de bonos en el mercado bajista causado por un crecimiento débil. Aunque las estrategias 60/40 registraron sus peores resultados en décadas durante el mercado bajista de 2022, nuestra confianza en este tipo de asignaciones diversificadoras ha mejorado con las perspectivas de inflación.
Factores que vigilamos
- Señales de deterioro económico. El contexto económico sigue siendo favorable, como demuestran las sólidas cifras del PIB y el empleo en Estados Unidos. Los temores de una desaceleración aún no han sido respaldados de manera significativa por datos concretos, lo cual no augura nada bueno para los mercados alcistas cuando los datos se debilitan.
- Crecimiento y ampliación de los beneficios empresariales. Aunque los fundamentales empresariales se han mostrado sólidos, sobre todo en EE. UU., están muy concentrados en los valores tecnológicos de alta capitalización. El crecimiento sostenido de los beneficios indica la prolongación de la racha alcista, pero, si proviene de una selección más amplia de sectores, favorecerá un avance más sostenible del mercado en el futuro.
- El auge de las inversiones especulativas. El creciente furor de los inversores por activos cada vez más distantes de los indicadores fundamentales podría señalar el final del mercado alcista. Los fenómenos que anunciaron el final del mercado alcista tras la crisis pandémica, como el Bitcoin y las SPAC (empresas de adquisición con fines especiales), ya no se encuentran en la misma fase de burbuja.