Megatendencias en 2025: la seguridad gana peso ante la polarización y la tensión geopolítica

El primer paso es saber de qué estamos hablando exactamente cuando mencionamos las megatendencias. Victoria Torre Pérez, Responsable de Oferta Digital de Self Bank, nos explica que “podríamos definir las megatendencias como aquellas temáticas capaces de impulsar cambios importantes en nuestra manera de ver el mundo y que implican un impacto intergeneracional irreversible y permanente, en la economía, en la sociedad, en la manera de hacer negocios, en el estilo de vida, etc. Es decir, “son tendencias que tienen una alta probabilidad de convertirse en los nuevos motores de crecimiento”.

“Son fuerzas estructurales de gran impacto que transforman la economía y la sociedad a largo plazo, concretadas en conceptos de inversión de crecimiento secular, que tienen una duración considerablemente mayor que los ciclos económicos, añade Patricia de Arriaga, subdirectora general de Pictet AM en Iberia y Latam.

Ventajas frente a la inversión tradicional

El verdadero éxito en la inversión es saber elegir qué activos pueden ser los más adecuados en cada momento. “El mundo cambia muy rápido y es impredecible”, explica Torre. “No sabemos cuándo va a cambiar una tendencia, ni qué decisiones adoptarán los bancos centrales, ni si habrá próximamente un conflicto geopolítico que desbarate todas las previsiones”. Intentar invertir buscando anticiparse al futuro implica que tendríamos que tomar muchas decisiones, que a veces serán equivocadas: ¿Van a ir mejor las empresas grandes o las pequeñas? ¿Apuesto por el growth o el value? ¿Ha llegado el momento de invertir en Europa? 

En cambio, “con las megatendencias el enfoque cambia radicalmente”, ya que “adoptamos una visión largoplacista, intentando vislumbrar cuáles serán las ganadoras del mañana”. “Las megatendencias tienen una mayor descorrelación respecto al ciclo económico, nos permiten invertir sin restricciones geográficas ni de capitalización y son Temáticas multi-industria globales que aúnan crecimiento y valor”.

Al final, “los cambios globales y transversales como el envejecimiento de la población o los avances tecnológicos, están creando nuevas oportunidades de inversión, que se pueden capturar con este enfoque”, apunta la experta de Self Bank. “La inversión enfocada a megatendencias y temáticas ofrece una gestión más activa que la inversión tradicional basada en geografías o sectores, habitualmente más vinculada a índices de referencia”.

La inversión temática, a diferencia de la asignación tradicional de activos -que se centra en regiones, países, sectores e índices, y tiende a enfocarse en empresas de gran capitalización y mercados locales-, “se orienta hacia aquellas compañías que se benefician de un crecimiento secular sostenible, es decir, los futuros ganadores”, apunta, por su parte, Arriaga. En términos de estilo, “la inversión temática otorga mayor relevancia a empresas de mediana y pequeña capitalización, así como a mercados emergentes”.

Además, a diferencia de los fondos que se centran exclusivamente en un sector, “cada tema abarca varias industrias y combina crecimiento y valor”. El conjunto ofrece “una alternativa diversificada a las carteras tradicionales de acciones globales, presentando superior crecimiento de beneficios por acción y una ratio precio/beneficios/crecimiento similar, lo que indica que no se paga en exceso por dicho crecimiento”. Asimismo, estas empresas suelen tener un nivel de endeudamiento más bajo. 

“A ello se añaden las consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza, que se integran en el proceso de inversión. Incluso determinadas inversiones temáticas como Energía Limpia, ReGeneración, Madera, Agua y Ciudades Inteligentes, que están más vinculadas al medioambiente, poseen un carácter sostenible por sí mismas”.

“La inversión fundamentada en mega tendencias, como la entendemos desde hace 25 años, se basa en los estudios del Instituto de Estudios futuros de Copenhague”, apunta también la experta de Pictet. La gestora identifica hasta 21 mega tendencias, agrupadas en seis categorías: tecnología y ciencia, sociedad, economía, medio, demografía y gobernanza global, “todo ello en un proceso de seguimiento sistemático de su evolución, apoyado por la colaboración de expertos”.

Las megatendencias protagonistas en 2025

En cuanto a las megatendencias que dominan actualmente el mercado y pueden ser también protagonistas en 2025, en Self Bank los expertos destacan lo que denomina las 5D: Digitalización, Descarbonización, Demografía, Desglobalización y Desconfiguración del orden internacional.

“Son las que creemos que son claves, teniendo en cuenta que detrás de cada una hay un auténtico mundo de subtemáticas”, apunta Torre. Por ejemplo, si tomamos la megatendencia de Demografía, podríamos hablar de envejecimiento de la población y sus implicaciones, el impacto del aumento de la clase media, las necesidades de urbanización, los retos de la movilidad… En el momento actual, “una de las megatendencias que consideramos relevante es la ligada a la salud, una temática con un potencial de crecimiento elevada por muchos motivos (tendencias demográficas, estilo de vida, innovación...)”.

“Por su naturaleza, la inversión fundamentada en mega tendencias se orienta hacia el largo plazo”, recuerda Arriaga. “Un ejemplo de esto es la escasez de recursos, el aumento de la población y el crecimiento de los ingresos en naciones en desarrollo. Asimismo, la economía de servicios, que ha sido un actor principal durante varios años, jugará un papel crucial en las economías emergentes, especialmente a través de soluciones digitales”.

Un caso de aplicación práctica es la seguridad. “El mundo se encuentra en un estado de creciente polarización, marcado por conflictos y tensiones geopolíticas, recuerda la experta de Pictet. “La desglobalización genera la necesidad de reubicación y se demandan soluciones de ciberseguridad. De manera que los presupuestos de seguridad continúan en aumento, independientemente del ciclo, lo que conlleva mayor visibilidad de los beneficios”.

Ahora bien, “las perspectivas a corto plazo de cada tema son más inciertas”. “La Salud tiene carácter más defensivo, al igual que Agua y Nutrición.  Otros temas tienen componente más cíclico, cómo Marcas de Lujo, Robótica, Energías Limpias, Ciudades Inteligentes o Seguridad”.

El ‘efecto Trump’ en la inversión temática

A pesar de que la inversión en megatencencias otorga una mayor protección ante los vaivenes típicos del mercado, hay que tener en cuenta que no es ajena a la actualidad. Un ejemplo es la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses, que devolverá al siempre controvertido político a la Casa Blanca en enero de 2025.

“Una administración bajo el liderazgo por Trump se puede caracterizar por sus recortes de impuestos, aumento de aranceles, control estricto de la inmigración, apoyo a los combustibles fósiles, oposición a las energías renovables y desregulación”, reconoce Arriaga. No obstante, “favorece a la renta variable estadounidense, especialmente a las acciones de pequeña capitalización”.

La experta de Pictet apunta que “algunos elementos de la Ley Inflation Reduction Act (IRA) pueden estar en riesgo, aunque el paquete de la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleos cuenta con el respaldo bipartidista”.  “Trump es partidario de la producción de petróleo y gas, se opone a las energías renovables.  Puede limitar incentivos de la Ley IRA, como los créditos al vehículo eléctrico y subsidios “verdes.” Incluso puede querer salir del Acuerdo de París y agilizar la concesión de permisos de perforación en tierras federales, así como relajar las regulaciones energéticas, incluyendo los estándares de combustibles y emisiones de vehículos. Puede tener impacto adverso en el segmento de energías renovables de EEUU”.

“Nos movemos en un escenario de alta incertidumbre, a la espera de que Trump tome posesión del cargo”, añade Torre. “En función de las medidas que adopte Trump, especialmente en algunos temas controvertidos, algunas temáticas podrían cobrar más importancia o, por el contrario, perderla”.

“Un ejemplo sería la Descarbonización, que podría perder fuelle” durante el mandato de Trump. Por otro lado, “en función del tono más o menos beligerante en su lema Make America Great Again, la Desconfiguración del orden internacional podría recibir mayor atención desde el punto de vista inversor”, explica la experta de Self Bank.

Sin embargo, Arriaga piensa que “el impacto general de las elecciones suele empezar a desvanecerse al cabo de un par de meses”. “A largo plazo, los fundamentales económicos, más que la política, tienden a determinar la dirección del mercado. En cualquier caso, la inversión basada en mega tendencias, cuya evolución es relativamente independiente del ciclo político y económico requiere una visión a largo plazo”, concluye.

¿A qué perfil de inversores se adapta mejor?

Siempre hay que tener en cuenta que, aunque la inversión en megatendencias tiene que hacerse con una visión de largo plazo, “no deja de ser una inversión en renta variable y, por tanto, de riesgo”, apunta Torre, de Self Bank. “Sin olvidar que no todas ellas responden a los mismos patrones de comportamiento y que algunas tienen, en sí mismo, un mayor riesgo que otras”. De este modo, “a priori deberían reservarse para aquellos clientes con baja aversión a las pérdidas”.

“Los inversores han reconocido que la inversión temática basada mega tendencias ofrece valor añadido y contribuye a mejorar la rentabilidad y diversificación a medio y largo plazo”, piensa Arriaga, de Pictet. “Determinadas estrategias que abarcan diversas varias temáticas, como Global Megatrends Selection, Global Thematic Opportunitires o Global Environmental Opportunities, pueden integrarse en la asignación central dentro de la cartera de renta variable global para contribuir a generar exceso de rentabilidad respecto al riesgo asumido y mejorar la diversificación. Por otro lado, las temáticas individuales como Clean Energy Transition, ReGeneration, Water, Nutrition, Health/Biotech, Timber, Digital, Robotics, Security, Smart City, Premium Brands o Human, pueden ser adecuadas en la parte “satélite”. Estas temáticas pueden complementar la asignación a renta variable mediante la selección de fondos temáticos, pues, aunque implican mayor riesgo, ofrecen una mayor rentabilidad esperada”.

“Su asignación puede ser estructural o táctica, dependiendo de la orientación del inversor, con pesos que pueden variar entre 5% y 20% en la parte de renta variable. En cualquier caso, la inversión temática requiere fundamentos y principios sólidos”, explica Arriaga. En ese sentido, “es esencial que el inversor reciba orientación sobre la definición de estos universos, así como sobre su liquidez y los correspondientes procesos de inversión”.

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