Durante los últimos años la preocupación por el cambio climático centra la atención de gobiernos, empresas, inversores y el público en general. Pero también hay que prestar atención al gobierno corporativo y al factor humano, que también forman parte de esas siglas. Fuimos testigos de importantes entradas de flujos a estos fondos el año pasado, y aunque el inicio de este 2022 ha sido algo más flojo afectado por la volatilidad de los mercados y el impacto de la guerra en algunos sectores controversiales como materias primas, energía fósil y armas, una vez superado este bache el apetito seguramente volverá.
La integración de factores ESG debe prevalecer en todas las clases de activos para poder cerrar el círculo, siendo más común en la renta variable, seguida por la renta fija vía la emisión de bonos verdes.
Aunque el proceso ESG es algo más difícil de incorporar en otros mercados, se están viendo avances en este sentido. Respecto al mercado de divisas (FX), las coberturas se pueden utilizar como una forma para que las empresas se promocionen como más limpias y ecológicas, recibiendo tarifas más favorables si alcanzan los objetivos ambientales o bien, recibiendo una penalización si no lo hacen. Y también se puede aplicar si alcanzan objetivos sociales o de gobernanza.
En los últimos años, varios bancos y gestoras de activos han realizado transacciones vinculadas a la sostenibilidad. Sin embargo, estas transacciones también pueden enfrentarse a obstáculos que superar, como garantizar que el objetivo ambiental esté finamente equilibrado y sea alcanzable, en los que, en algunos casos, se necesita un tercero para adjudicar.
A medida que más participantes ingresen a la esfera ESG, es probable que estas prácticas se vuelvan más comunes. Los índices ESG se pueden cubrir con una superposición de divisas mediante un swap de rendimiento total, por ejemplo.
Llevado a la práctica, en 2021 HSBC ejecutó la primera cobertura de divisas vinculada al índice MSCI ESG global mediante la creación de los líderes mundiales de ESG de MSCI, con una cobertura del 100% frente a la libra esterlina en función del rendimiento del índice MSCI.
El índice es rebalanceado mensualmente e incluye las 12 monedas de sus acciones constituyentes, que son cubiertas por HSBC a libras utilizando forwards de divisas renovables a mes. El cliente de este swap pagará a HSBC la tasa SONIA diaria (tasa de referencia prospectiva y sin riesgo disponible en plazos de 1, 3, 6 y 12 meses denominada en libras esterlinas) compuesta al vencimiento del swap detnro de un año a cambio del retorno del precio del índice.
Las empresas también se suscribieron a derivados vinculados a ESG, cuyo precio depende de cualquier cosa, desde reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta mejorar la diversidad de la fuerza laboral. Los bancos que venden los derivados están ansiosos por promover sus propias promesas de sostenibilidad y ofrecer un tipo de cambio fijo en el futuro. Este mercado está ganando popularidad para impulsar la reputación de prudencia sostenible.
Un enfoque original y efectivo para la gestión activa de divisas utilizando factores, calificaciones y análisis ESG podría proporcionar una fuente de valor y diferenciación en términos de ofertas de productos. Los puntajes de sostenibilidad de los países podrían proporcionar un análisis de escenario prospectivo a través de la construcción de índices para reflejar el desempeño a nivel de país en cada factor ESG y vincular el país con la moneda.