Según datos de Inverco, en el mes de octubre se registraron captaciones netas por un valor de 658 millones de euros, acumulando 17.614 millones en los diez primeros meses de 2023 y superando con creces las cifras de 2022. Además, sobre el 33% de las gestoras experimentan salidas netas, mientras que el 67% restante representan entradas netas.
La gestión discrecional de carteras es una de las principales vías de distribución de fondos de inversión, representando el 66%, es decir, un volumen intermediado de 211.765 millones de euros. Y es que con este instrumento de ahorro financiero, los inversores delegan la gestión de su patrimonio a medio y largo plazo a las gestoras.
Esto hace que sea visto por ellas como una forma de fidelizar a los clientes, más allá de la simple venta de fondos. De este modo, se consiguen fijar unos objetivos de inversión reales, al margen de la volatilidad del mercado. A carteras de mayor riesgo, mayor será la rentabilidad que podrán obtener los inversores.
El liderazgo de CaixaBank
La entidad catalana lidera la gestión de carteras con 43.918 millones de euros y 521.000 contratos de clientes minoristas. Esto representa más de la mitad del total de todas las entidades que brindan este servicio.
Llama la atención que se acumulan unos 13.500 millones de perfiles conservadores, representando el 31% del patrimonio en los diferentes servicios de gestión discrecional de carteras de CaixaBank.
Su apuesta por este segmento de negocio se traduce en servicios variados como carteras Master y carteras Smart, además de prestaciones personalizadas a cada tipo de cliente.
Dentro de las carteras Smart, se diferencian las Smart Money y las Smart Allocation. El objetivo de estas últimas es seguir los índices de referencia con la menor diferencia posible partiendo de un coste muy ajustado. Además, las Smart Money se basan en una gestión optimizada en términos de rentabilidad-riesgo, visión a largo plazo y monitorización, mientras que las Smart Allocation se centran en una gestión de modelo cuantitativo. Así pues, analiza el ciclo económico, el valor relativo entre los activos y las tendencias de corto plazo en los precios. A partir de ahí, se fija de forma precisa la exposición de los activos de riesgo de cada cartera.
Las gestoras que cierran el pódium
BBVA controla unos 18.000 millones de euros en este servicio, en concreto, 17.756 millones de euros. Los perfiles de riesgo muy bajo y bajo representan el 28% del patrimonio, mientras que los perfiles medio acaparan en torno al 50% de la totalidad.
Por su parte, Santander maneja unos 16.916 millones de euros en cuanto a la gestión de carteras. No obstante, se desconocen los datos exactos sobre el porcentaje de volumen patrimonial diferenciado por perfiles de riesgo.
Lo que sí se conoce con exactitud es que la entidad es una de las que más ha crecido en materia de gestión de carteras discrecionales, obteniendo un 14% más desde finales de 2022. Unas cifras que invitan al optimismo de cara a los futuros movimientos inversionistas del nuevo año.
La situación de otras entidades
La gestión discrecional de carteras en KutxaBank representa 10.435 millones de euros, creciendo hacia unas cifras próximas a los 12.000 millones de euros. Llama la atención que el 17% se destina a un perfil de riesgo más bajo, mientras que el 38% representa el segundo escalón de riesgo dentro de los cuatro que pone la entidad vasca a disposición de sus clientes.
En el caso de Ibercaja, la gestión discrecional de carteras no supone un porcentaje significativo con respecto a todo el volumen patrimonial que maneja la entidad, pues representa 4.038 millones de euros en el tercer trimestre. Asciende paulatinamente, en la actualidad, aunque el 52% son carteras de perfil conservador.
El puesto sexto del ranking es para Banco Sabadell con 3.140 millones de euros en el tercer trimestre. Su servicio de gestión de carteras estándar cuenta con unos 1.162 millones de euros de patrimonio, correspondiéndose el 19% a un perfil conservador.
Por su parte, March, Bankinter, Indexa, EDM y Abanca representan 2.549, 2.373, 1.786, 1.379 y 1.160 millones de euros, respectivamente. De igual modo, Renta 4 acumula 894 millones de euros en el trimestre analizado. El 10% de los 600 millones de euros que maneja se corresponde a carteras de tipo conservador.
Hay que tener en cuenta que la nueva normativa europea trabaja para retirar los incentivos en la distribución de los fondos de inversión, también denominadas retrocesiones, lo que supone un impulso para la inversión en la gestión de carteras. De ahí la incertidumbre que asola a este producto financiero y a las principales entidades bancarias.