El mercado bursátil estadounidense ha luchado por encontrar su equilibrio en lo que va de año, tras haberse subido en 2025 a una ola de euforia electoral a raíz de la victoria de Donald Trump. Los rendimientos estadounidenses han caído, el dólar se ha debilitado y ha habido indicios de un cambio en el liderazgo del mercado. Es un buen momento para repasar qué ha cambiado y qué puede significar para los inversores.

En mi opinión, tres cosas han cambiado desde las elecciones:

  1. Política estadounidense: Estamos viendo a un presidente Trump diferente en su segundo mandato. La suposición general a principios de año era que hablaría mucho, pero actuaría de forma más comedida. Los aranceles, los despidos de empleados federales y el recorte de costes del DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental de los Estados Unidos) apuntan a la confianza de Trump en que tiene un mandato para adoptar un enfoque más radical ahora, mientras que las políticas más favorables al mercado, como la desregulación y los recortes de impuestos, pueden llegar más tarde.
  2. La economía de EE. UU.: Hay indicios tempranos de que la economía se está suavizando. La confianza de los consumidores se ha resentido en los frentes del empleo y la inflación, lo que apunta a un contexto de crecimiento e inflación menos favorable. Las previsiones de crecimiento real del PIB para el primer trimestre se están revisando de positivas a negativas y el Tesoro estadounidense a 10 años se sitúa ahora por debajo del 4,25%. Será importante seguir de cerca los datos concretos sobre el empleo, la vivienda y la inflación, para determinar la importancia del descenso de enero de las ventas al por menor, el mayor en casi dos años.
  3. Inteligencia artificial: Las empresas tecnológicas de megacapitalización siguen siendo excepcionales, pero últimamente su rendimiento es más diferenciado. Desde que DeepSeek perturbó el mercado en enero, estas empresas se han enfrentado a un número creciente de preguntas sobre sus gastos de capital anuales de más de 50.000 millones de dólares. Si los competidores pueden realizar las mismas funciones de forma comparable y más barata, ¿generará ese capex un rendimiento suficiente de la inversión?

Algo que no ha cambiado es la función de reacción de la Reserva Federal. A principios de año, la rigidez de la inflación hizo que la Reserva Federal se mostrara más agresiva y que los recortes de tipos de este año quedaran prácticamente descartados por el mercado. En la actualidad, se prevén unos tres recortes, en respuesta a la debilidad de la confianza y del gasto de los consumidores. Si la inflación disminuye hacia el objetivo del 2% de la Reserva Federal, espero que los responsables políticos cumplan las expectativas del mercado de más recortes. Además, la renta variable estadounidense sigue estando cara en comparación con otras regiones, a 22 veces los beneficios a 12 meses.

¿Cómo ha reaccionado el mercado bursátil?

Varios acontecimientos del mercado ocupan un lugar destacado:

  1. Rotación de otro tipo: La rotación dentro y fuera de EE. UU. ha estado en pleno apogeo, con el value superando al growth y la rentabilidad regional fuera de EE.UU. Sin embargo, esta rotación ha sido algo inusual, dado que los valores de pequeña capitalización no se han beneficiado, mientras que sí lo han hecho los sectores defensivos, como la atención sanitaria y los bienes de consumo básico. Sospecho que los asignadores están incorporando justificadamente cierta exposición defensiva a sus carteras con sectores y duración.
  2. Las empresas notan los efectos de los planes arancelarios: Los aranceles son negativos para el crecimiento y la inflación de Estados Unidos. Muchas industrias estadounidenses dependen de los productos de los principales socios comerciales del país, y la depreciación de la moneda, que compensaría el aumento de los precios para los consumidores y fabricantes estadounidenses, no funcionará si los países toman represalias con sus propios aranceles sobre los productos estadounidenses.
  3. Ganancias en Europa: La reciente rentabilidad superior de Europa se ha visto impulsado por un sentimiento negativo extremo, unas valoraciones baratas, la esperanza de que se ponga fin a la guerra entre Ucrania y Rusia, y algunas señales alentadoras sobre la posibilidad de un mayor gasto fiscal. Ahora que el alto el fuego es menos seguro y hay indicios de que Rusia podría obtener más concesiones que Ucrania, no espero que el repunte europeo dure mucho, dadas las valoraciones más elevadas impulsadas por los múltiplos en lugar de por los beneficios.
  4. El regreso de China: China, otro mercado de renta variable «barato», está experimentando un resurgimiento a medida que la caída del mercado inmobiliario muestra signos de estabilización, la postura del presidente Xi Jinping hacia las empresas tecnológicas se ha vuelto más favorable y podrían llegar más estímulos fiscales ante el aumento de los aranceles estadounidenses.

Consecuencias para la inversión

  1. Centrarse en la diversificación: El repunte europeo puede tener más recorrido a corto plazo, pero creo que ya se ha descontado mucho a medida que las valoraciones han subido en los últimos dos meses. Aun así, es un buen recordatorio de que no hay que alejarse demasiado de una cartera diversificada con exposiciones tanto estadounidenses como internacionales. La diversificación también puede ayudar a reducir la volatilidad en un entorno de incertidumbre política.
  2. Reevaluar la exposición a la renta fija: El reciente repunte del Tesoro estadounidense a 10 años es un buen recordatorio de que los bonos pueden desempeñar un papel único en las carteras, compensando potencialmente cualquier rendimiento inferior de la renta variable. El oro podría ser otro «potenciador» de la cartera en este entorno.
  3. Investigar oportunidades sectoriales y regionales: Con la revalorización de muchos sectores europeos, como el financiero, el industrial y el sanitario, puede ser el momento de fijarse en sectores estadounidenses que han quedado rezagados, como la informática, los servicios de comunicación y el consumo discrecional. Además, Japón tiene aspectos estructurales positivos que el mercado ha infravalorado recientemente en medio de la preocupación por las subidas de los tipos de interés por parte del Banco de Japón.
  4. Evitar descartar los mercados emergentes: Si el dólar estadounidense sigue debilitándose, las divisas y la renta variable de los mercados emergentes pueden estar preparadas para subir, especialmente con el repunte de China, que ofrece un escenario para el rendimiento de los mercados emergentes.