Evaluar los riesgos de la renta fija
Los mercados de renta fija presentan a los inversores un conjunto cada vez más atractivo de oportunidades, ya que las rentabilidades potenciales a largo plazo han aumentado considerablemente durante los últimos años. Sin embargo, estas no se encuentran exentas de riesgos y los inversores deben evaluar cuidadosamente diferentes opciones en todo el espectro de calidades crediticias para determinar por cuál apostar. Cuando se evalúan estrategias de renta fija, se deben tener en consideración dos riesgos: duración y crédito.
Los grandes bancos centrales de Occidente probablemente estén cerca del final de sus ciclos de subidas de tipos, ya que los indicadores de inflación se han estabilizado o han descendido y las perspectivas de crecimiento económico en 2024 son mixtas. Así, consideramos que el riesgo de duración, que está influenciado por cómo los bancos centrales gestionan la relación entre la inflación y el crecimiento, está orientado a la baja (los tipos reales más altos también ofrecen ahora una mejor compensación por asumir riesgo de duración). Por lo tanto, los inversores podrían querer ampliar sus exposiciones a duración para materializar las ventajas de los elevados rendimientos de mercado actuales, incluso si esperan que los tipos de los bancos centrales se mantengan sin cambios a corto plazo.
El riesgo crediticio depende más del crecimiento a escala macroeconómica; así, los bonos de mayor calidad ofrecen más protección frente a impagos en escenarios con tasas de crecimiento más bajas (mientras que los bonos de mayor riesgo ofrecen rendimientos más elevados para compensarlo). Los inversores que esperan una desaceleración del crecimiento antes de que se recorten los tipos de interés deberían posicionarse defensivamente dentro del espectro de calidades crediticias. Por el contrario, los que esperan un aterrizaje suave, con descensos de la inflación y los tipos de interés en un contexto de crecimiento resistente, podrían buscar cupones más elevados en los bonos corporativos high yield para mejorar sus rentabilidades.
Consideraciones relativas a la duración y el crecimiento
Pese a que nuestra visión a más largo plazo sobre la duración es favorable, a corto plazo se mantienen los obstáculos. La estructuralmente elevada oferta de deuda pública para financiar unos grandes déficits presupuestarios (sobre todo en EE.UU.) seguirá tirando al alza de los rendimientos, en un momento en el que los bancos centrales están llevando a cabo programas de endurecimiento cuantitativo bajo un contexto de inflación superior al objetivo. Los datos económicos resistentes, sobre todo en relación con la inflación o los mercados laborales, podrían provocar picos de volatilidad en los mercados de renta fija. De hecho, eso es lo que ocurrió durante la oleada de ventas que sufrieron el pasado verano los bonos del Tesoro de EE.UU. a diez años, que vieron cómo los rendimientos subían hasta el 5%, su nivel más alto desde 2007. Incluso los denominados “activos sin riesgo” pueden dejar a los inversores con importantes minusvalías.
Estos sucesos ocurrieron en un contexto de resistencia de la economía que sorprendió en 2023 tanto a los responsables de los bancos centrales como a los mercados financieros. Sin embargo, ahora se observan señales de que el endurecimiento monetario aplicado por los bancos centrales durante los últimos años está empezando a tener mayores efectos económicos. La inflación podría caer con más rapidez de lo previsto, de tal manera que las autoridades podrían conseguir el escenario de aterrizaje suave que los mercados descuentan de forma cada vez más clara. Por otro lado, las presiones estructurales sobre los precios podrían llevar a los bancos centrales a mantener sus posturas restrictivas actuales hasta que “algo cruja”. Aunque las noticias recientes sobre la inflación han sido ligeramente positivas, es muy importante no perder de vista que históricamente los aterrizajes forzosos han estado precedidos normalmente de esperanzas de aterrizaje suave.
Consideraciones tácticas en un entorno incierto
Las posturas dependientes de los datos de las autoridades monetarias hacen que la incertidumbre se mantenga a corto plazo ahora que nos aproximamos a las elecciones de gran relevancia que se celebrarán en este 2024, sobre todo en EE.UU. Por lo tanto, los inversores deberían gestionar su posicionamiento en renta fija de forma táctica, dependiendo de cómo cambie su visión macro para los mercados. Desde una perspectiva fundamental, también deberían adoptar un enfoque activo en sus inversiones que ponga el foco en el riesgo crediticio, a la vista de las amenazas para el crecimiento derivadas de las políticas anticíclicas de los bancos centrales. Podría ocurrir que las ventajas de diversificación potenciales de la renta fija regresen si unos bancos centrales atentos a las lecciones de la crisis financiera mundial vuelven la vista rápidamente a las medidas de apoyo al crecimiento; en este sentido, la exposición a duración podría compensar las pérdidas asociadas con el riesgo crediticio y de renta variable en otras áreas si se produjera una desaceleración importante.
ETFs de renta fija sostenibles: componentes esenciales para los inversores
El mercado de los ETFs sigue evolucionando a medida que las soluciones basadas en el análisis adquieren mayor relevancia; a este respecto, la sencillez de contratación de los ETFs los convierte en una opción atractiva tanto para las inversiones tácticas como las estratégicas. Eso es especialmente cierto en el caso de los ETFs de renta fija, que pueden ofrecer un acceso transparente a mercados extrabursátiles opacos.
En Fidelity ofrecemos una gama de ETFs de renta fija sostenibles diseñados para funcionar como componentes óptimos que los responsables de asignación de activos pueden utilizar para exponerse a áreas concretas dentro del espectro de calidades crediticias. Esta gama incluye ETFs de gestión activa que invierten en bonos investment grade, high yield y emergentes, así como un ETF de gestión pasiva que invierte en deuda pública mundial. Los ETFs de gestión activa de nuestra gama tratan de aislar el riesgo crediticio como motor de alfa, lo que brinda una capa adicional de gestión del riesgo si el ciclo económico se deteriora y da lugar a evoluciones más diversas dentro del mercado. Eso convierte a nuestra gama de ETFs en una opción atractiva para los inversores con enfoque ESG que tratan de desenvolverse en un panorama de inversión que cambia con rapidez.
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