1) Recortes de los tipos de interés. Los principales bancos centrales del mundo sigue en la tendencia de recorte de los tipos de interés, tras haber ganado confianza en la sostenibilidad de la disminución en las presiones inflacionistas. El Banco Central Europeo (BCE), el Banco Nacional Suizo (SNB) y el Banco de Canadá (BoC) recortaron sus tipos de interés en junio. El BCE había transmitido ampliamente que se produciría una bajada de los tipos en la reunión de junio y así lo hizo, pero no llegó a comprometerse a más bajadas en las siguientes reuniones. Al mantener intactas sus previsiones de inflación a largo plazo, confirmó la previsión del mercado de otras tres bajadas en los próximos 12 meses.
El Banco de Canadá también recortó los tipos en 25 puntos básicos, en una medida justificada por una tasa de desempleo muy por encima de la estimación de la NAIRU y unos salarios elevados, aunque en desaceleración. Sin embargo, a finales de junio, la inflación canadiense sorprendió significativamente al alza, tanto en bienes como en servicios. A pesar de que se trate sólo de un dato, puede preocupar al Banco de Canadá, que acababa de anunciar nuevos recortes. En términos más generales, puede ser una advertencia para el resto del mundo sobre la posibilidad de declarar la victoria sobre la inflación demasiado pronto, lo que llevaría a una relajación de las condiciones financieras y a un brusco repunte en el crecimiento y la inflación.
Por otra parte, en un tono moderadamente agresivo, la Fed elevó su hipótesis de r* (tipo de interés oficial neutral) y redujo de tres a uno el número de recortes de tipos previstos para este año. Se espera que el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal (Fed) se unan a la fiesta de los recortes de tipos en agosto y septiembre, respectivamente, aunque ambos están inmersos en un ciclo de elecciones generales que podría complicar las decisiones de política monetaria.
2) Elecciones francesas. Hace algunas semanas avisamos del riesgo del auge de los partidos de extrema derecha en las elecciones al Parlamento Europeo. Aunque estos partidos lograron avances, sobre todo en Francia y Alemania, la coalición existente se reafirmó, aunque con una mayoría más reducida. Las principales consecuencias se produjeron en Francia, donde el presidente Emmanuel Macron disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones anticipadas a finales de junio, con la esperanza de obligar a los partidos de derechas a ponerse a la defensiva y recuperar el impulso político para su coalición centrista.
Dada la incertidumbre que generó el resultado de la primera vuelta, los niveles de CDS soberanos franceses estas semanas empezaron a ampliarse. La Agrupación Nacional (RN) de Le Pen mantuvo una ventaja significativa en las encuestas durante todo el mes y se confirmó en la primera vuelta. Para la segunda vuelta, los partidos de centro e izquierda se han coordinado para impedir que la extrema derecha domine la asamblea. Estas elecciones son importantes porque una ruptura del consenso político y económico en uno de los principales miembros de la Unión podría volver a tensar el proyecto europeo.
La reacción de los mercados a la convocatoria de elecciones anticipadas fue repentina. El diferencial entre los bonos franceses y alemanes se amplió considerablemente y se mantuvo alto durante todo el mes de junio, antes de comprimirse parcialmente en los primeros días de julio, a medida que los mercados valoraban la probabilidad cada vez menor de una mayoría absoluta para RN. Quizá más sorprendente ha sido la reacción de los mercados de crédito, que invirtieron por completo la ampliación de los diferenciales en cuestión de semanas, encogiéndose de hombros ante el aumento del riesgo político.
3) Venta de activos de Norinchukin. Se trata de uno de los mayores bancos japoneses, que anunció que liquidaría más de 60.000 millones de dólares en valores de renta fija el año que viene, ya que espera pérdidas significativas por la valoración negativa a precios de mercado de los bonos soberanos europeos y estadounidenses, en un eco de los problemas de los bancos regionales estadounidenses el año pasado. Norinchukin ha sido un inversor muy importante en renta fija internacional en su búsqueda de rendimiento. Se espera que los ingresos de la venta cubran el programa de cobertura de divisas, que se ha encarecido mucho, dados los diferenciales de tipos de interés entre Japón y el resto del mundo.
4) La OPEP+ recortará su producción de energía al menos hasta finales de 2025, con recortes más modestos a partir de entonces. El objetivo declarado es estabilizar los precios ante la producción récord de petróleo de Estados Unidos. Aunque los precios del petróleo no se movieron drásticamente tras conocerse la noticia, ésta muestra la cambiante dinámica de los productores mundiales de energía: los principales productores necesitan unos precios algo más altos para financiar sus crecientes compromisos fiscales, mientras que Estados Unidos ha entrado en escena como uno de los mayores productores mundiales.
También cabe señalar que, a pesar del considerable riesgo geopolítico, los precios del petróleo en Estados Unidos se han mantenido notablemente estables. Esto se debe, en parte, al uso de la Reserva Estratégica de Petróleo para crear un sistema de corredor de facto: cuando los precios de la energía se acercan a los 90 dólares por barril, se libera la SPR; a la inversa, cuando empiezan a caer hacia los 60 dólares, el Departamento de Energía realiza compras a plazo para estabilizar los precios. Esto último se hace para que los perforadores estadounidenses sepan que es probable que haya un precio mínimo, y así tengan confianza para seguir produciendo.
5) Intervención del mercado de bonos chino. El Banco Popular de China anunció su intención de intervenir en los mercados de renta fija. La medida refleja el creciente malestar por la continua caída de los rendimientos de la deuda soberana, que han caído al nivel más bajo en 20 años en medio de un crecimiento económico decepcionante, la debilidad del gasto de los consumidores y un mercado inmobiliario en dificultades. Las autoridades quieren anticiparse a posibles problemas en los balances de los bancos, en caso de que un aumento repentino de la inflación y de los rendimientos de los bonos provoque tensiones en los prestamistas, como hemos visto en EE. UU. el año pasado y en Japón este mes. El PBoC tomará prestados bonos soberanos de operadores primarios en el mercado abierto, con el objetivo de estabilizar los rendimientos de los bonos.
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