La correlación que han mostrado renta fija y renta variable, históricamente ambos en una cartera ofrecían una diversificación natural, obliga a los inversores a buscar otra forma de diversificación. ¿Dónde veis esas fuentes alternativas de diversificación?

Teniendo en cuenta el actual entorno macroeconómico, resaltaría tres alternativas que podrían aportar más diversificación a una cartera mixta:

  • Podríamos añadir derivados, como Opciones de Venta, para cubrir riesgos y reducir la volatilidad, cualidades que aporta la renta fija cuando la correlación con la renta variable es negativa.
  • De forma más táctica, también podríamos tener en cuenta los recursos tipo mineras de oro, con motores de rentabilidad diferenciados frente a otro tipo de acciones. El oro físico ha subido mucho, pero las empresas mineras dedicadas a la extracción de oro no tanto, aquí vemos que todavía hay margen para que se expandan.
  • Y una tercera alternativa sería utilizar estrategias de renta variable neutrales a mercado, que tengan una correlación muy baja con la renta viable o la renta fija más tradicional, que limiten de forma natural la exposición a la beta del mercado. Un fondo de rentabilidad absoluta que pueda aportar rentabilidad positiva en cualquier punto del ciclo y que, además, nos proteja nuestros ahorros en momentos de caída de los mercados. 

¿Por qué creéis que una estrategia de retorno absoluto es óptima en un escenario de inflación elevada, tipos altos durante más tiempo y bajo crecimiento con riesgos geopolíticos sobre la mesa?

Este tipo de escenarios genera aversión a riesgo para muchos inversores y, en un momento dado, la búsqueda de activos refugio se ha canalizado vía liquidez. Como ya mencioné, el objetivo de los fondos de Retorno Absoluto, en general, es obtener una rentabilidad positiva, con independencia de las condiciones de mercado, con un perfil de rentabilidad ajustada al riesgo muy atractivo, centrados en la preservación del capital y con fuerte poder de diversificación frente a activos más tradicionales. Dicho esto, hay varios tipos de fondos de Retorno Absoluto (en función del tipo de activo en el que invierten, de su grado de exposición al mercado, etc.), y un fondo como el Fidelity Absolute Return Global Equity Fund (el ARGE), creemos que puede encajar en el entorno actual aportando diversificación sin renunciar a rentabilidades positivas. Se trata de un Market Neutral de renta viable global, y muy importante: no es un hedge fund, es un fondo líquido, regulado bajo la normativa UCITS, y es traspasable.

¿En qué consiste la estrategia de inversión del Absolute Return Global Equity (ARGE)?

La estrategia invierte en acciones y en derivados (en swaps o contratos en los que dos partes se ponen de acuerdo para intercambiar los beneficios de un instrumento) para neutralizar el riesgo del mercado y generar rentabilidad por un lado, por los intereses que se obtienen a partir del préstamo de valores y, por otro, por el alfa a partir de la selección de compañías, tanto de las posiciones largas como cortas. Me explico, genera rentabilidades positivas:

  • Por un lado, en base a nuestras recomendaciones de análisis de más fuerte convicción, tanto las recomendaciones de compra (o posiciones largas, o las que creemos que tienen un mayor potencial alcista), como las recomendaciones de venta (o posiciones cortas, o las que pensamos que tienen un mayor potencial bajista).
  • Y, por otro lado, después de incorporar todas esas recomendaciones del equipo de análisis en un modelo de optimización propio, trata de eliminar (o al menos mitigar) los riesgos sistemáticos, como la beta del mercado, los sesgos por estilos de inversión (valor, crecimiento, etc), los relativos a un área geográfica y divisa, o sesgos a nivel sectorial.

Al final, y de forma más aterrizada, hablamos de un fondo Market Neutral, de renta variable global, compuesta por 150-200 líneas de inversión, cuyos motores de rentabilidad y riesgo residen primordialmente en la selección de compañías a partir de las recomendaciones de mayor convicción de nuestros analistas, y con una volatilidad (ex ante) de entre un 5 y 7%. 

¿Nos puede dar algún ejemplo de compañía que forme parte de la cartera?

Una de las posiciones con mayor peso en la cartera (y, por tanto, de mayor convicción alcista) es la alemana de tecnologías energéticas Siemens Energy, que desarrolla, fabrica, vende e instala aerogeneradores, turbinas de gas y vapor, y sistemas capaces de generar megavatios. El racional de esta posición tiene que ver con una potencial ampliación de márgenes, con un aumento de la demanda de gas a partir de los niveles actuales y por la posición de liderazgo en el campo de la electrolisis, que es un proceso que separa los elementos de un compuesto por medio de la electricidad, y que creemos que, con el tiempo, podría convertirse en una gran industria. Este fondo también tiene en cartera algunos valores tecnológicos y de semiconductores archiconocidos, como Meta o la taiwanesa TSMC. Y valores del sector financiero como Apollo Global Management en largo, o una plataforma de negociación de deuda corporativa en corto. 

¿Tiene algún objetivo de rentabilidad?

Sí, el objetivo es obtener una rentabilidad de entre 3-5% (en términos brutos) adicional al mercado monetario a corto plazo. Antes, se tomaba como referencia el LIBOR en USD, pero ahora la referencia se toma a partir del ”SOFOR”, siglas de Secured Overnight Financing Rate o, lo que es lo mismo, la tasa de interés de referencia que refleja el coste de financiación a un día, en USD, de los préstamos respaldados por parte del Tesoro Americano. Con datos a cierre de mayo, y en términos netos, el fondo ha conseguido aportar, en los últimos 3 años, una rentabilidad de 4.6% al año en euros y con divisa cubierta, mientras que la tasa “SOFOR”, para el mismo periodo, se sitúa en -0.6%. En los últimos 12 meses, el fondo ha acumulado una rentabilidad del 12.4% frente al 3.8%, que es lo que nos ha ofrecido la liquidez.

¿Cómo controlan que esa descorrelación que aporta se mantenga a lo largo del tiempo?

En gran parte se controla gracias al modelo de optimización cuantitativo que hemos desarrollado en Fidelity, utilizado para neutralizar los distintos factores de riesgo que comentaba antes a medida que evolucionan los mercados. El Absolute Return Global Equity (ARGE), se lanzó en 2020 y, desde entonces, ha pasado por distintos escenarios macroeconómicos y la estrategia ha hecho lo que se esperaba de ella. Pero, sobre todo, se controla gracias al proceso de inversión de la estrategia en sí en la que intervienen dos equipos dentro de Fidelity. Por un lado, tenemos dos gestores, ambos con dilatada experiencia en análisis fundamental y un fuerte conocimiento en modelos cuantitativos, y por otro lado, se gestiona también por parte del equipo “sistemático” de Fidelity, que utilizan modelos cuantitativos para diseñar carteras optimizadas en función de la evolución de los distintos factores de riesgo.

Los gestores construyen su propia lista de convicción a partir de las recomendaciones de compra o venta de los analistas, aplicando criterios y métricas propios (por ejemplo, cuáles de esas recomendaciones aportarían más alfa en el contexto de la cartera), en combinación con indicadores externos (por ejemplo, cambios y tendencias en las expectativas de beneficios, o valoraciones). Después, supervisan el resultado de la cartera tras haber filtrado sus valores de mayor convicción en el modelo cuantitativo, para garantizar que ningún valor se convierta en factor dominante de riesgo y que la beta del mercado es cero (o +/- 0.10), utilizando el MSCI ACWI como referencia de mercado.

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