Pensamos que esa trayectoria es bastante agresiva y requeriría un nuevo deterioro de los mercados laborales y un endurecimiento de las condiciones financieras. Esa no es nuestra hipótesis de trabajo, pero no la descartamos. Una observación intrigante es que el discurso de Powell en Jackson Hole no pasó por los habituales comentarios introductorios, sino que fue muy claro y directo sobre su preocupación por el mercado laboral. Para algunos, eso podría significar un recorte de tipos relativamente más grande en septiembre. El mercado descuenta actualmente una probabilidad de alrededor del 60% de un recorte de 25 pb en septiembre y una probabilidad del 40% de que sean dos.
A la vista de la prioridad que concede Powell al empleo, los datos del mercado laboral de EE.UU. que se publicarán el 6 de septiembre (escribo estas líneas el 5) serán cruciales para orientar al mercado sobre el resultado de la reunión del FOMC del 17 de septiembre y la trayectoria del tipo de los fondos de la Fed. Los economistas esperan que se creen 163.000 empleos y si el dato defrauda por un margen amplio, los mercados se ajustarán bruscamente.
A la vista de los riesgos para la economía derivados de la política monetaria actual, mantenemos una sobreponderación a largo plazo en duración estadounidense, aunque esta se ha moderado durante los últimos días tras las señales más neutrales emitidas por nuestros modelos cuantitativos. Esperamos que la volatilidad se mantenga en cotas elevadas en las fechas próximas a las publicaciones de datos económicos y a los acontecimientos relevantes.
En la zona euro, tras la sorprendentemente alta lectura de la inflación general, las últimas cifras muestran que la tendencia de desinflación sigue intacta, como esperábamos. La inflación se encuentra en estos momentos en mínimos de tres años, aunque la de los servicios subió inesperadamente del 4,0% en julio hasta el 4,2%. Sin embargo, el nivel de la inflación de los servicios podría no ser suficiente para disuadir al BCE de recortar de nuevo los tipos a la vista de los malos datos de confianza en la región y las actas de la última reunión de política monetaria de la entidad, que sugerían que el banco central estaba abierto a recortar tipos en septiembre.
Los mercados esperan un recorte de 25 pb en la reunión del BCE del 12 de septiembre. Mantenemos la sobreponderación en duración en EUR, ya que pensamos que las fuerzas desinflacionistas persisten y se suman a las dificultades económicas.
En el Reino Unido, la inflación subió en julio, pero ligeramente menos de lo esperado y la tasa del sector servicios descendió de forma acusada, del 5,7% al 5,2%. Después del recorte de tipos del Banco de Inglaterra en agosto, este hecho será tranquilizador al dejar margen para más recortes de tipos. Sin embargo, el ciclo de recortes de tipos no puede ser tan largo o tan agresivo como el de EE.UU., ya que el Reino Unido tiene un problema de inflación inherente y las recientes subidas de los salarios del sector público probablemente vengan acompañadas de una respuesta del sector privado.
El tipo de los Gilts a diez años ha gravitado en torno al nivel del 4% este año. Eso no parece demasiado elevado y pensamos que costará que los Gilts con vencimientos más largos caigan por debajo de este umbral. El tipo terminal que descuenta el mercado probablemente es razonable. Seguimos estando ligeramente sobreponderados en duración británica, ya que las condiciones son favorables a la relajación.