La semana pasada debería haber sido buena para los tipos de interés de los mercados europeos. El BCE prácticamente ha prometido una bajada de tipos en su reunión de la próxima semana, la inflación de la eurozona cayó por debajo del objetivo del 2% por primera vez en más de 3 años, Italia y Francia presentaron unos presupuestos muy duros y los datos económicos mostraron una persistente atonía económica. Mientras tanto, el gobernador del Banco de Inglaterra sugirió que también aquí podrían bajar los tipos más rápidamente.
Pero no, predominaron los datos económicos estadounidenses. Los tipos swap a 2 años subieron la semana pasada debido a los acontecimientos al otro lado del Atlántico. Los datos del mercado laboral estadounidense publicados el viernes fueron sólidos en general. Las perspectivas del gasto de los consumidores estadounidenses también mejoraron notablemente, ya que los estadísticos revisaron las cifras del ahorro. Fue un cambio muy importante. Los temores de recesión suscitados por algo llamado la regla Sahm se han evaporado. Las expectativas de fuertes recortes de los tipos de interés en EE.UU. han retrocedido. Esperamos que las cifras de inflación de EE.UU. de esta semana muestren una mejora, pero los mercados están muy nerviosos.
Mientras tanto, en Europa, el pesimismo generalizado sobre las perspectivas económicas contrasta notablemente. Esto se ve exagerado por el hecho de que los datos se centran en Alemania y el sector manufacturero respectivamente, áreas de considerable debilidad relativa. Sin embargo, hay sectores que se están recuperando, sobre todo el de la vivienda.
Por supuesto, los distintos países difieren, pero el mensaje es claro: la mejora de la confianza, combinada con la caída de la inflación y los tipos de interés, está provocando un aumento constante de los precios de la vivienda. Ésta es, a la vez, un indicador adelantado y un importante mecanismo de transmisión de la política monetaria. Espero que el crecimiento europeo mejore progresivamente durante el próximo año.
En el Reino Unido, la atención se centra en el próximo presupuesto, a finales de mes. Será un gran acontecimiento, sobre todo para los mercados financieros británicos.