Bajada de tipos, ¿oportunidad en mercados emergentes?

Este fondo está gestionado por un equipo experimentado con Damien Buchet como director de inversiones. Se trata de una estrategia altamente flexible y activa que invierte en deuda soberana en divisa local y fuerte y deuda corporativa de países emergentes. Esa flexibilidad y el control del riesgo permiten adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado, proporcionando así oportunidades de alfa incluso en entornos de volatilidad elevada. De hecho, puede tomar posiciones cortas en divisas para tratar de obtener cobertura sobre aquellos países en los que no tienen una visión positiva, como puede ser el caso de China.

Pero también buscan como aprovechar las oportunidades en países donde las condiciones económicas están mejorando, especialmente en países que atraviesan procesos de estabilización o recuperación, como Argentina. 

Proceso de Inversión:

Ya que este fondo es algo distinto del común de los fondos de mercados emergentes de renta fija, me quería detener un poco más en su proceso de inversión. Se trata de un proceso disciplinado y reiterativo que permite valorar el universo de inversión para identificar las mejores oportunidades, asumir o eliminar riesgo rápidamente en los diferentes ciclos y gestionar la asignación del riesgo repartiéndolo mediante cuatro factores de rentabilidad; 

•    Rentas – es el componente principal de los rendimientos, 
•    Alfa – oportunidades en activos más idiosincráticos, 
•    Beta – gestión activa del momento del mercado con activos muy líquidos, 
•    Liquidez – para momentos de estrés de mercado.

Datos Clave del Fondo:

Actualmente, el fondo busca generar ingresos estables mediante la inversión en bonos de alto rendimiento (high yield) de mercados emergentes, combinando activos con duraciones cortas o intermedias, y maximizando la generación de rentas.

1.    Calidad Crediticia: El fondo mantiene una exposición diversificada a diferentes niveles de calidad crediticia. Aproximadamente un 10,8% de la cartera está en grado de inversión (IG), mientras que el 64% está en bonos de alto rendimiento (high yield). Esta combinación de bonos soberanos y corporativos de distintas calidades crediticias proporciona una rentabilidad atractiva, equilibrando el riesgo con el retorno. La calidad media de la cartera es BB.
2.    TIR del Fondo: La TIR del fondo es del 10%, lo que refleja una estrategia orientada a generar altos rendimientos para los inversores. Esta TIR se consigue mediante la inversión en bonos de mercados emergentes con un perfil de riesgo elevado, pero gestionados de manera activa para mitigar riesgos y capturar oportunidades.
3.    Duración de la Cartera: La duración de la cartera es de 4,96 años, lo que refleja una estrategia con un enfoque equilibrado hacia la exposición a tipos de interés. Esta duración moderada permite al fondo beneficiarse de las fluctuaciones en los tipos de interés, al tiempo que mantiene una exposición prudente al riesgo de duración.
4.    Diversificación Geográfica y de Activos: El fondo tiene una exposición global con un enfoque particular en mercados emergentes de Latinoamérica (30,72%), África (18,12%), Europa del Este (18,09%), y el Medio Oriente (17,46%). Además, la cartera está diversificada en términos de clases de activos, con una exposición neta del 69,4% en bonos hard currency (USD o Euros), y un 22,7% en bonos en divisa local.

Perspectivas:

Desde Finisterre consideran que el actual entorno podría ser favorable para la renta fija emergente a partir de septiembre porque:

•    apuestan por un aterrizaje suave de la economía americana y opinan que el mercado laboral se está normalizando y que, posiblemente, el aumento del desempleo no responda solo al deterioro macro, sino también, en gran medida, a la mayor participación laboral. Estos serían buenos motivos para que la Fed recorte tipos, por lo que anticipan un impacto positivo en el apetito por el riesgo.

•    el crecimiento de los mercados emergentes sin China se estabilizará en torno al 3% de cara a 2025, ya que la desaceleración conjunta de China y Estados Unidos y la debilidad de la UE se ven compensadas por el potencial para respaldar el crecimiento mediante una relajación monetaria, ahora que la Fed les ha dado luz verde a las bajadas de tipos.

•    los precios del petróleo se moverán hacia el rango de los 65-75 dólares por barril en los próximos meses, en línea con esta desaceleración de la demanda mundial, pero también debido al rápido aumento de la producción en países no pertenecientes a la OPEP (Estados Unidos, Brasil, Guyana, Libia), una tendencia que a los países de la OPEP+ y, sobre todo, a Arabia Saudí, les costará contrarrestar con más recortes de producción.

•    El cambio de rumbo de la Fed también abre nuevas perspectivas para las divisas y los bonos asiáticos de menor rendimiento, que podrían ser los más beneficiados por el probable estrechamiento de los diferenciales de tipos de interés con Estados Unidos, gracias a la repatriación de capital institucional en Taiwán o Corea del Sur o a la reasignación de capital por parte de inversores extranjeros que llevan mucho tiempo infraponderados en activos locales asiáticos que ofrecían poco rendimiento y escasa volatilidad.

•    Los fundamentales de mercados emergentes son sólidos más allá de la mayoría de expectativas, los riesgos se han identificado claramente y aquellas historias del 2022 y mitad del 2023 están ahora recuperándose (reestructuración de deuda, apoyo del FMI, cambios en las políticas)

•    Es momento de discriminar y de ser más selectivos, sobre todo en las posiciones de consenso más populares. Lo bueno y lo malo del universo de la renta fija emergente es que, aunque los riesgos macro se han identificado claramente y, en la mayoría de los casos, ya se han puesto en precio, el posicionamiento ha convergido hacia las historias más resilientes y de mayor rendimiento.

•    Los flujos empiezan a mejorar o eso es lo que perciben ya que han tenido entradas netas en el primer semestre, más un pipeline prometedor en las próximas semanas. Las salidas en RF EM del 2022 (-80Bn), las mayores de la historia, dejaron el activo en una situación muy atractiva por la asimetría en la recuperación. 

•    El sentimiento pesimista en torno a la geopolítica y los principales riesgos (tipos, inflación, crecimiento, quiebras, o gobiernos populistas) ha llevado a los inversores a tener unos niveles de inversión muy bajos, cercanos a los mínimos de hace varios años, y cualquier rally puede beneficiar por los "comprados forzados". 

•    Los bonos locales siguen siendo la mejor oportunidad especialmente los bonos no asiáticos (Latam & CEE). Las divisas emergentes continúan mostrando resiliencia cuando el USD se aprecia. 

•    La diferencia de crecimiento entre los países Emergentes y Desarrollados va a estar a niveles de hace 10 años. La decepción del crecimiento chino presiona los precios del petróleo y los metales, pero el crecimiento interno de los mercados emergentes se mantiene bien (incluso fuera de China). 

•    Ven potencial para que las rentabilidades de la renta fija emergente vuelvan a superar el 10% en 2024, lideradas en lo que queda de año por las rentas, la duración y las divisas.


Fuente: Finisterre

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