Al cerrar las cuentas anuales y conocer el beneficio o pérdida conseguida de sus operaciones durante el año, es cuando decide que parte de esas ganancias repartirá entre sus accionistas, y dicha decisión tiene que se votada por los propios accionistas en la Junta General de Accionistas. Por tanto, el dividendo es una proporción de los beneficios de aquellas compañías que decidiron repartir parte de ellos a sus accionistas. Pero no todas las empresas reparten practican la política de retribución al accionista vía el reparto de dividendos, sino que deciden reinvertir todo el beneficio en la actividad empresarial.
Términos comúnmente utilizados
- Tasa de reparto de dividendos (payout): es el porcentaje de los beneficios totales del ejercicio que se destina a remunerar a los accionistas mediante el pago de dividendos. Se calcula como cociente entre el dividendo y el beneficio neto.
- Rentabilidad del dividendo (dividend yield): es el porcentaje que resulta de dividir el dividendo por acción (DPA) entre el precio de la acción.
- Beneficio por acción: es la ratio que relaciona el beneficio neto (después de intereses e impuestos) con el número de acciones en circulación y que lo vemos en algunos reportes como BPA o en inglés EPS.
Tipos de dividendos hay y cómo se pagan
En la práctica, las empresas que pagan dividendos suelen hacerlo de forma regular cuatro veces al año. Podemos distinguir dos grandes modalidades: en efectivo (la fórmula de retribución al accionista más habitual) o en acciones.
- Dividendo a cuenta: se paga al accionista en su cuenta de efectivo, como anticipo al beneficio obtenido
- Dividendo complementario: es el que se añade al entregado a cuenta
- Dividendo extraordinario: Son los dividendos que se reparten cuando ha habido beneficios extraordinarios.
- Dividendo fijo: Es un dividendo que la sociedad fija, independientemente del beneficio obtenido.
- Dividendo en acciones o scrip dividend: es una forma alternativa de retribución a los accionistas abonado en forma de títulos o acciones de la empresa, en vez de dinero, con la finalidad de incrementar el capital social de la misma. Se emiten nuevas acciones con cargo a reservas. Esta modalidad otorga a los accionistas tres opciones:
- recibir nuevas acciones
- vender los derechos de la ampliación en el mercado durante los días que cotizan
- venderlos a la entidad a un precio al que esta se ha comprometido previamente. Podría considerarse que esta últim opción es la más parecida a cobrar un dividendo tradicional
Existen varias fechas en el pago de dividendos:
Fecha del anuncio del dividendo: es cuando la Junta Directiva anuncia la cuantía del dividendo
Fecha ex-dividendo: es a partir de la cual la acción cotiza pero no tiene derecho a dividendo. Si un accionista mantiene sus acciones hasta la fecha ex-dividendo, cobrará el dividendo el día en que la empresa lo abone a pesar de que ya no sea accionista. Por otro lado, el comprador que lo hace antes de la fecha ex-dividendo recibirá el dividendo.
Fecha de registro: momento en el que la compañía confirma de manera oficial quienes son sus accionistas cualificados.
Fecha de pago: se realiza el reparto a los accionistas.
Cobrar un dividendo en efectio tiene implicaciones fiscales, ya que hay que tributar por el mismo, en cambio si es un dividendo en especie no hay tributación a menos que se vendan. Pero hay que considerar que si son en especie, la compañía podría haber ido comprando en el mercado durante meses/años anteriores a su entrega y el accionista aumenta su participación en el capital de la compañía. Pero si por contra, si la empresa realiza una ampliación de capital para el pago de ese dividendo, el accionista se diluye su participación en el capital de la empresa.
Las acciones que pagan dividendos brindan a los inversores una forma de cobrar durante los períodos difíciles del mercado, cuando las ganancias de capital son difíciles de lograr. Proporcionan una buena cobertura contra la inflación, especialmente cuando crecen con el tiempo.
Las acciones que pagan dividendos, en promedio, tienden a ser menos volátiles que las acciones que no pagan dividendos. Y un flujo de dividendos, especialmente cuando se reinvierte para aprovechar el poder de la capitalización, puede ayudar a generar una gran riqueza con el tiempo.
Sin embargo, los dividendos tienen un costo. Una empresa no puede pagar dividendos a los accionistas sin afectar su valor de mercado. Piense en sus propias finanzas. Si pagara constantemente en efectivo a los miembros de su familia, su patrimonio neto disminuiría. No es diferente para una empresa. El dinero que una empresa paga a los accionistas es dinero que ya no forma parte de la base de activos de la corporación. Este dinero ya no se puede utilizar para reinvertir y hacer crecer la empresa. Esa reducción de la "riqueza" de la empresa tiene que reflejarse en un ajuste a la baja del precio de las acciones. El precio de una acción se ajusta a la baja cuando se paga un dividendo. Es posible que el ajuste no se observe fácilmente en medio de las fluctuaciones diarias de precios de una acción típica, pero el ajuste ocurre. Este ajuste es mucho más evidente cuando una empresa paga un "dividendo especial" (también conocido como dividendo único). Cuando una empresa paga un dividendo especial a sus accionistas, el precio de las acciones se reduce inmediatamente.
Pero recuerde, hay que buscar aquellas empresas con solidez financiera, que permita alcanzar una tasa de crecimiento del dividendo y que no ponga el peligro el pago del mismo.