Según los analistas de Wall Street, los beneficios de las compañías que conforman el índice S&P 500 podrían crecer más del 10% en la segunda mitad del año, con una aceleración aún mayor en 2025. «Las condiciones subyacentes parecen apuntar a un sólido crecimiento de los ingresos y unos márgenes estables», señala el economista estadounidense Jared Franz. «Creo que este año el crecimiento de los beneficios empresariales en Estados Unidos podría situarse entre el 10% y el 15%».

Además, las valoraciones del mercado de renta variable no parecen excesivamente elevadas, ni siquiera tras el fuerte repunte de los mercados. A fecha de 31 de mayo de 2024, los ratios precio-beneficios de la mayoría de los mercados se encontraban próximos a sus medias a diez años, o ligeramente por encima. En Europa, se prevé un crecimiento de los beneficios empresariales inferior, aunque aún en territorio positivo.

En los mercados emergentes, los economistas anticipan un fuerte repunte de los beneficios tras la caída registrada en 2023. Incluso en China, que se ha visto especialmente afectada por la ralentización de su economía, se empiezan a ver indicios de un cambio de tendencia en algunos sectores.

No obstante, estas perspectivas tan favorables se enfrentan también al riesgo de que la inflación se estanque, los precios del petróleo se disparen, las tensiones geopolíticas intensifiquen las guerras comerciales o se produzca cualquier otra circunstancia inesperada.

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