Perspectiva general sobre el entorno macroeconómico y los tipos de interés

Perspectivas

Los datos publicados recientemente han apuntalado nuestra hipótesis de referencia, el aterrizaje suave, y han reducido el riesgo de recesión. A pesar de ser levemente inferior a las previsiones, el crecimiento del PIB de EE.UU. en el tercer trimestre demostró que la economía goza de buena salud. Y la inflación, aunque sigue moderándose, dejó recientemente lecturas superiores a las expectativas. El dato de empleo no agrícola de octubre arrojó un aumento de tan solo 12.000 puestos de trabajo, muy por debajo de los 100.000 previstos. Sin embargo, los huracanes y las huelgas tuvieron mucho que ver con ello, por no mencionar que la lectura del mes anterior superó ampliamente las previsiones y que el desempleo sigue situado en el 4,1%.

Los miembros de la Fed más inclinados al endurecimiento monetario están hablando de una posible pausa en los recortes de tipos debido a la persistencia de la inflación, pero seguimos esperando que la Fed recorte tipos en noviembre y diciembre, aunque las rebajas de 50 pb son altamente improbables. De hecho, la mejora percibida de la salud de la economía y los efectos de riqueza, combinados con la relajación sostenida de las condiciones financieras, han aumentado el riesgo de que retorne la inflación y esta supere el objetivo de la Fed en 2024 y han reforzado la posibilidad de que se dé un escenario sin aterrizaje.

Otro factor a tener en cuenta son las elecciones estadounidenses y el impacto de las políticas que ponga en marcha el ganador. Aunque se han registrado algunas fluctuaciones desde que Kamala Harris se sumó a la carrera, hemos visto pocas variaciones de precios, lo que refleja lo reñido que se prevé que sea el resultado. EE.UU. presenta actualmente niveles récord de déficit en tiempos de paz, y estos probablemente aumenten si alguno de los dos partidos obtiene mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado. A consecuencia de ello, pensamos que resulta prudente reducir el tamaño de nuestras apuestas en tipos de interés, a tenor de la incertidumbre.

La zona del euro está registrando un crecimiento más bajo del previsto a comienzos de año. Durante las últimas semanas, el mercado ha reconocido las peores previsiones, lo que ha provocado un mejor comportamiento relativo de la renta fija europea. Creemos que este mejor comportamiento relativo va a continuar debido a la ausencia de catalizadores para el crecimiento europeo.

Llevamos algún tiempo opinando que el BCE está sobreestimando la trayectoria futura de la inflación y el crecimiento. Las expectativas de inflación del BCE siguen estando por encima de lo que pronostican los mercados de inflación y sus expectativas de crecimiento se han revisado sistemáticamente a la baja en las proyecciones. Esperamos que el banco central continúe con su ciclo de recorte de tipos durante los próximos meses a la vista de los obstáculos para el crecimiento y eso sustenta una posición en duración en euros.

El Reino Unido, como la zona euro, se enfrenta a unas perspectivas de crecimiento peores que las de EE.UU., un crecimiento de la productividad más bajo y una oferta de mano de obra escasa, lo que está tensionado los mercados laborales y los salarios. El ahorro extraordinario de los hogares es elevado, ya que los consumidores siguen demasiado retraídos para gastar, pero las condiciones cíclicas están mejorando.

El tono general de los presupuestos de otoño del gobierno laborista en el Reino Unido fue negativo y los inversores se centraron en la mezcla formada por el endeudamiento adicional, las consecuencias en el plano tributario y los efectos de los planes de gasto en la inflación. El Gilt a diez años arrancó el mes de octubre ligeramente por debajo del 4% y marcó un máximo intradía por encima del 4,5%, su nivel más alto este año. Mantenemos una ligera sobreponderación en duración británica.