Tras meses de arduas negociaciones, los demócratas norteamericanos se disponen a aprobar un paquete de medidas sobre el clima, los impuestos y la sanidad que salvaría elementos clave de la agenda nacional del presidente Biden. La legislación, aunque está muy lejos de la ambiciosa Ley para Reconstruir Mejor, de 2,2 billones de dólares, que la Cámara de Representantes aprobó en noviembre, cumple con varios de los objetivos de los demócratas, como: contrarrestar las consecuencias del cambio climático en un planeta que se calienta rápidamente, tomar medidas para reducir el coste de los medicamentos con receta y renovar partes del código fiscal en un intento de hacerlo más equitativo.
El proyecto de ley incluye los mayores gastos jamás realizados por el gobierno federal para frenar el calentamiento global y reducir la demanda de los combustibles fósiles, principales responsables del cambio climático. Se estiman inversiones de casi 370.000 millones de dólares a lo largo de 10 años en créditos fiscales destinados a orientar a los consimidores hacia vehículos eléctricos y a impulsar a las compañías eléctricas hacia fuentes de energía renovables como la eólica o la solar. No obstante, los demócratas aceptaron una serie de disposiciones sobre combustibles fósiles y perforación como concesiones al senador Joe Manchin III, de Virginia Occidental, un estado conservador que depende en gran medida del carbón y el gas.
Los créditos fiscales incluyen 30.000 millones de dólares para acelerar la producción de paneles solares, turbinas eólicas, baterías y procesamiento de minerales críticos; 10.000 millones de dólares para construir instalaciones para fabricar cosas como vehículos eléctricos y paneles solares; y 500 millones de dólares a través de la Ley de Producción de Defensa para bombas de calor y procesamiento de minerales críticos.
Entre los grandes beneficiados de este proyecto de ley son:
- Empresas automovilísticas con el crédito fiscal de 7.500 dólares para la compra de vehículos eléctricos y un nuevo crédito de 4.000 dólares para la compra de un vehículo eléctrico usado, limitando el precio de los coches nuevos elegibles a 55.000 dólares. Los camiones y furgonetas pueden obtener el crédito si cuestan menos de 80.000 dólares. Además la ley exige que el 40% de los componentes de las baterías procedan de fábricas de Estados Unidos o de sus socios del acuerdo de libre comercio; que las baterías sean de fabricación estadounidense para 2029; y que los componentes y minerales chinos se eliminen progresivamente a partir de 2024.
- Servicios públicos y propietarios de viviendas: hasta 113.000 millones de dólares- se destinan a ampliar los créditos fiscales para fomentar la construcción de plantas de electricidad renovable, cuya cuota de mercado en EE.UU. es cuatro veces superior a la de hace una década, lo que supone una ventaja para las empresas de servicios públicos que construyen sus propias centrales o compran la energía a operadores independientes. Por otro lado, los contribuyentes propietarios de sus viviendas podrán solicitar créditos fiscales por instalación de energías renovables.
España se ubica en el Top 10 de energías renovables
Según el informe Renewable Energy Country Attractiveness Index (RECAI) de EY, España es líder absoluto mundial en el atractivo para desarrollar el mercado de PPA (Power Purchase Agreements), con EE.UU., China y Reino Unido a la cabeza de la clasificación, y con Latinoamérica irrumpiendo como área a tener en cuenta, ya que es el "gigante dormido" pero una región bendecida por abundante sol, un vasto potencial hidroeléctrico y ubicaciones favorables para la energía eólica terrestre, y donde España cuenta con inversiones significativas.
El informe evalúa la capacidad de atracción de los mercados nacionales en relación con las inversiones y a la suficiencia para desplegar infraestructuras de energía renovable. Si bien, España ya formaba parte del Top 10 desde 2020, cuando superó la décima posición de la clasificación mundial que había dejado atrás en 2011, y que según la última clasificación, aparece en la novena posición, por delante de Países Bajos, Dinamarca o Irlanda. Sin embargo, si se toma en cuenta el mercado PPA, España toma el liderazgo, incluso por delate de EE.UU o Alemania, y que según Agustín Rico (socio responsable del sector Energía de EY), "es uno de los pilares para el aumento del atractivo inversor en proyectos renovables en nuestro país, siendo la vía para la financiación de dichos proyectos y el cumplimiento de objetivos estratégicos para los offtakers (compradores), y que lleva cada vez más a modelos de acuerdos de compra de energía, más complejos y diferenciados”.
Como apunta el informe de EY, el sector se encuentra en un momento decisivo, ya que la volatilidad sin precedentes en el mercado del gas natural y las turbulencias geopolíticas han hecho que los líderes mundiales se apresuren a diversificar la combinación energética en sus países y a reducir su dependencia de las energías fósiles apostando por las renovables. Así, muchos países están trabajando en reorientar su estrategia de suministros, donde las tecnologías verdes emergentes pasan poco a poco de ser un nicho de mercado a conformar la corriente principal.
Es bajo este contexto y considerando que nos encontramos en un "punto de inflexión, donde la inversión para desarrollar tecnologías e infraestructuras alternativas es clave para expandir su peso en el mix energético". De ahí la importancia que juega el crowdfunding para apoyar la financiación y desarrollo de este tipo de proyectos de energías alternativas. Un ejemplo es Fundeen, por citar a alguno, establecida por dos jóvenes emprendedores como lo son los hermanos Bautista y que actualmente tienen sobre la mesa un proyecto de financiación a 10 años, con una rentabilidad estimada del 5,6% para la instalación de una fotovoltaica en la provincia de Zaragoza, de 2,45 MWp y 1.972 horas equivalentes de producción, y en la que se puede invertir desde 500 euros, aunque el objetivo es recaudar unos 1.450.000€, según apunta en su web.
Estrategias de Inversión en Energías Alternativas
Los inversores/ahorradores tienen a su alcance varias alternativas para invertir, ya sea directamente en empresas cotizadas del sector como Audax Renovables, Holaluz, Solaria, Siemens Gamesa, entre otras, donde Estrategias de Inversión cuenta con análisis detallado de dichas compañías. También existe la posibilidad de invertir en bonos verdes y así financiar proyectos de este tipo de energías, o bien en fondos de renta variable (de gestión activa, pasiva o ETFs).
Claramente nuestra sugerencia es la diversificación, por ello es que proponemos la inversión vía fondos de inversión y para ello, mostraremos aquellos fondos de gestión activa que consideramos que muestran consistencia en el tiempo, tanto de gestión como de resultados.
Actualmente existen unas 21 gestoras de fondos de inversión con estrategias orientadas al Sector de Energía Alternativa, con unos activos en la misma de caso 30.000 millones de euros, con una rentabilidad positiva en lo que va del año del +3,73% y del 29,8% anualizada a tres años.
Entre los 3 fondos más consistentes en el tiempo están:
En primer lugar Luxemburg Selection Fund - Active Solar, se trata de una estrategia de UBS Third Party Management Company, con un volumen de activos cercanos a los 300 millones de dólares, que tiene como objetivo la exposición a bajas emisiones de carbono con vistas a alcanzar los objetivos de calentamiento global a largo plazo del Acuerdo de París. El enfoque es que la energía solar es una de las fuentes de energía menos contaminantes. Invierte en empresas de toda la cadena de valor de la energía solar, vía una cartera diversificada y basada en un análisis bottom up realizado por sus gestores (Arnaud Chambaud y Pascal Rochat). La cartera está prácticamente full invested, aunque hacen uso de derivados donde mantiene parte importante de exposición. Sus apuestas se centran en valores de pequeña y mediana capitalización, pero con crecimiento de beneficios históricos mucho mayor que la media de los fondos de la categoría (48% vs 25%). Se trata de una cartera muy concentrada de menos de 30 posiciones, donde las 10 mayores representan el 57% de los activos y con compañías como JinkoSolar Holding, Longi Green Energy Technology o Dago New Energy con un peso superior al 7% cada una, seguida por Canadian Solar y SolarEdge Technologies con peso superior al 6%, seguida de otras. El fondo concentra algo más del 41% de peso en Norteamérica y Asia Emergente, respectivamente, que es completado con Europa Desarrollada con casi un 17%, y donde el sector tecnología es el más representativo (72,5%), seguido por servicios públicos (13%), y otros de menor ponderación. El fondo alcanza una rentabilidad en lo que va del año del +12,25% al cierre de julio, aunque en 2021 cerró con una caída del -18,3%, que fue más que compensado con una rentabilidad del 173,8% en 2020. De este modo, la rentabilidad a 3 años anualizada es del 38%. El fondo se mantiene en la primera posición del ranking de Citywire en periodos de 1, 3, 5 y 10 años. Sin embargo, el inversor debe tomar en cuenta que el fondo tiene una volatilidad a e años del 40,32%, con lo que no es aconsejable para inversores muy conservadores.
El siguiente fondo que más valoramos es el Guinness Sustainable Energy, con unos activos que superan los 1.000 millones de dólares, un tres estrellas y rating oro de Morningstar, y que según Citywire tanto a 1 como 3 años se sitúa en la tercera y segunda posición por rentabilidad. Esta estrategia cuenta con un track record que va más allá de 2013. En este 2022 también alcanza rentabilidad negativa del -1,66%, percentil 63, aunque en otros años ha estado por debajo del percentil 50. La rentabilidad anualizada a 3 años de prácticamente del 30%. Su cartera tiene un sesgo a creciiento y empresas de mediana capitalización bursátil, con sectores predominantes como la tecnología, industrial y servicios públicos que ne conjunto representan más del 86% de los activos, con materiales básicos y consumo cíclico con menor importancia, y donde EE.UU. y Europa desarrollado representan casi el 80%, aunque también se observa exposición a Asia de casi el 20%. Son 30 valores los que componen la cartera, entre ellos Iberdrola, First Solar, Hubbell, NextEra Energy, entre otras. Es uno de los fondos con menor volatilidad a tres años (casi del 22,5) y con la mayor rentabilidad de los fondos menos volátiles, lo que podría encajar para aquellos inversores no tan propensos al riesgo:
Por último, el fondo DBN Fund Renewable Energy, con un volumen de activos que ronda los 500 millones de euros, Morningstar le otorga 3 estrellas, mientras que en Citywire se ubica entre los 10 mejores, pero varía la posición dependiendo del periodo que se tome. Tiene menos volatilidad que el primero, y la asignación sectorial es algo más diversificada entre materiales básicos, industriales y tecnología que pesan en torno al 25%, seguido de servicios públicos con un 17,5% de ponderación. La cartera está integrada por 52 posiciones entre las que destacan compañías de Europa Desarrollada, que es la región con mayor ponderación (58,4%) como la italiana Enel, la francesa Air Liquide, las holandesas IMCD o Signify, así como las norteamericanas (región con un peso del 32,1%) SunRun, Amphenol Corp. y Plug Power. El fondo cerró julio con una rentabilidad en el año del -1,92%, llevándole al percentil 65, aunque la rentabilidad anualizada a 3 años es del 33,16%.
Son unas alternativas que podrían verse favorecidos por la inversión esperada para los próximos años y que se integrarían bien en una cartera diversificada y que apueste por esta temática. Ya depende de cada inversor el elegir aquel que se ajuste más a su perfil inversor.