Pero las 7 Magníficas se han llegado a superar el 70%. Impresionante. La pregunta que resulta lógica es, ¿hasta cuándo pueden aguantar estas compañías el peso de la rentabilidad de todo el índice? No sabemos la respuesta, pero lo que sí sabemos es que comprar en máximos no es lo ideal. Siempre es bueno hacerlo cuanto antes, pero si no es en máximos, tanto mejor. Recordemos que este año pasado hemos alcanzado ni más ni menos que 57 máximos. Y hemos comenzado el 2025 registrando subidas. Todo parece muy bueno, hasta que un día deja de serlo.
Fuente: Carlos Arenas Laorga
Ya llevamos tiempo avisando de que, si bien este índice resulta muy atractivo, existe otra opción muy interesante llamada S&P 500 Equal Weight (EQ). Esto no es más que un S&P 500 equiponderado. Con sus numerosas ventajas y sus desventajas. Por ejemplo, estos dos últimos años, un EQ habría obtenido una rentabilidad muy inferior al S&P 500. Pero no sucede lo mismo si lo vemos en plazos más largos.
Fuente: Carlos Arenas Laorga
Aunque algunas de estas compañías no estén catalogadas como tecnológicas, en el fondo todas lo son. Tesla o Amazon no están en el sector tecnológico, pero quién diría que no lo son. Amazon tiene la mayor parte de sus revenues del hosting y Tesla gracias a sus tecnologías de movilidad y conectividad. Sin embargo, ¿es esto realmente representativo del mercado o estamos mirando un espejismo de tecnología concentrada? Si las empresas del S&P fueran un equipo de fútbol, estaríamos viendo un partido donde solo Mbappé o Alexia Putellas tocan el balón, mientras los demás jugadores miran desde el banquillo, como mucho, calentando. Este crecimiento desproporcionado también plantea riesgos si estas compañías pierden impulso o enfrentan correcciones en el futuro, que vendrán, sin duda.
Por otro lado, al analizar la segunda gráfica, que abarca dos décadas, vemos que el EQ ha tendido a superar al S&P 500 en el largo plazo. Esto se debe a su enfoque más equilibrado, que otorga igual importancia a todas las empresas del índice, permitiendo que sectores y empresas más pequeñas también contribuyan al rendimiento en momentos en los que las grandes empresas lo hacen menos o evitando caídas muy concentradas.
Por velo con otro ejemplo, imagina que tienes un huerto. El S&P 500 tradicional es como dedicar todos tus recursos a cuidar un solo árbol frutal porque da las manzanas más grandes, pero si ese árbol se enferma, tu cosecha se arruina. El Equal Weight, en cambio, es como cuidar cada árbol por igual: tal vez las manzanas no sean tan grandes, pero siempre habrá fruta suficiente, incluso si alguno tiene una mala temporada.
La tabla de históricos que ponemos a continuación refuerza esta tendencia. Aunque en algunos años el S&P 500 supera al EQ, la consistencia del último en rendimientos positivos en distintos ciclos económicos lo hace atractivo.
Fuente: Carlos Arenas Laorga
Uno de los principales argumentos a favor del EQ radica en las valoraciones muchos más atractivas. Con un mercado liderado por unas pocas compañías, el S&P 500 tradicional refleja múltiplos de precio-beneficio (PER) altos que pueden no ser sostenibles. El PER del SP 500 ronda los 27 puntos, mientras que el de las 7 Magníficas es de 41,6 (cálculo aproximado a enero de 2025). El del EQ apenas supera los 21 puntos.
Fuente: Carlos Arenas Laorga
Además, el EQ tiende a sobreponderar (en términos relativos, claro está) empresas de mediana capitalización, que a menudo tienen valoraciones más razonables y mayores oportunidades de crecimiento.
Aunque el S&P 500 tradicional sigue siendo una opción popular y muy interesante, los datos muestran que el EQ podría ser una alternativa más atractiva en el contexto actual. La valoración de las grandes tecnológicas y la necesidad de diversificación hacen que el EQ sea una opción a tener en cuenta en estos momentos.
Los inversores que buscan reducir riesgos y aprovechar oportunidades más allá de las grandes empresas deberían echar un ojo a esta estrategia.
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