Según el gigante australiano de recursos naturales, BHP, la respuesta a esta pregunta es obviamente "largos", y para muestra un botón, ya que este mes BHP elevó su oferta por la minera de cobre OZ Minerals a 9.600 millones de dólares australianos (6.400 millones de dólares) desde su oferta anterior de 8.300 millones de dólares australianos.
Sin embargo, la positiva visión sobre el cobre de BHP contrasta con respecto a su visión sobre otros recursos, como el petróleo y el carbón térmico, de los que la empresa se está desprendiendo. "La propuesta de BHP proporcionaría valor a los accionistas de BHP al aumentar la exposición a las materias primas de cara al futuro, con atractivas sinergias y añadiendo a nuestra cartera de opciones de crecimiento", dijo el presidente Ken MacKenzie en un comunicado cuando BHP hizo lo que llamó una oferta mejor el 18 de noviembre.
La oferta de 28,25 dólares australianos por acción, una prima del 49% sobre el precio de cotización de OZ Minerals antes de que BHP presentara su primera oferta en agosto, ilustra la visión generalmente positiva del sector y de los inversores sobre el cobre a largo plazo, a pesar de la reciente caída de los precios debido a la incertidumbre sobre la economía mundial.
Tras la adquisición de OZ Minerals por parte de BHP, algunos expertos prevén un cambio en la dinámica del sector, con más empresas de recursos que adquieran productores más pequeños. Rio Tinto, otra gran minera anglo-australiana, está intentando llegar a un acuerdo para asegurarse un mayor control sobre la mina de cobre Oyu Tolgoi, en Mongolia, comprando a los inversores minoritarios de Turquoise Hill Resources, propietaria de la mina. Rio ya posee el 51% de la empresa canadiense.
El metal rojo, al que a menudo se le llama "Dr. Cobre", ha sido considerado durante mucho tiempo como un predictor fiable de hacia dónde se dirige la economía mundial. Y recientemente el diagnóstico ha sido más sombrío: el precio de referencia del cobre en la Bolsa de Metales de Londres ha caído un 24%, desde un máximo histórico de 10,674 dólares en febrero, hasta 8,068 dólares por tonelada a finales de noviembre.
Entre algunas razones de esta corrección destaca el pesimismo que se respira en el mercado respecto al crecimiento económico de cara al 2023, tras el impulso de los bancos centrales mundiales de subir los tipos de interés para controlar la inflación. Otra es la nube grisácea que cubre a China, al menos en la primera mitad del año entrante, siendo que es el mayor consumidor de cobre, debido a un nuevo aumento de los casos de COVID-19 en algunas ciudades, y a la incertidumbre sobre cuándo se levantará por completo la estricta política de cero COVID del país. Pero también debido a que el cobre es utilizado en el sector inmobiliario, tan golpeado y rodeado por una crisis de liquidez, que no le permite levantar cabeza en el país asiático, quedando únicamente otras infraestructuras como red de salvamento para el cobre en China.
"Con la confianza del consumidor tan baja, no creemos que las medidas de alivio recientemente anunciadas para promotores y compradores inmobiliarios sean suficientes para impulsar una recuperación de la construcción de viviendas", dijo Caroline Bain, economista jefe de materias primas de Capital Economics, y añadió que "los precios de los metales tienen que seguir cayendo".
No obstante, y con estos vientos en contra, la mayoría de los analistas coinciden en que es probable que los precios del cobre repunten a largo plazo gracias al impulso de la descarbonización mundial y a un mayor crecimiento de la demanda. Los coches eléctricos, junto con los equipos de energía eólica y solar, requerirán más cableado eléctrico.
Según la Agencia Internacional de la Energía, la demanda de cobre en 2040 podría ser entre dos y tres veces mayor que en 2020, dependiendo de las hipótesis sobre las políticas climáticas.
"Existe el riesgo de que los precios bajen a corto plazo... pero se trata de una cuestión temporal", dijo Christopher LaFemina, analista de renta variable de Jefferies. "Somos alcistas con el cobre a medio y largo plazo, debido a la creciente demanda mundial y a las importantes limitaciones de la oferta".
Según apuntaba el economista senior de Nomura Securities, Tatsufumi Okoshi, la probabilidad que veamos un aumento en la producción de cobre de forma significativa es poco probable, debido en parte a los riesgos geopolíticos en los principales países productores, como Chile y Perú. Y añade "hay una creciente preocupación por el aumento de los costes medioambientales y el refuerzo de la fiscalidad sobre la industria minera, lo que hace cada vez más difícil encontrar nuevas minas ricas en cobre".
El capex de los 16 principales productores mundiales de cobre en 2021 cayó un 28% hasta un total combinado de unos 50.000 millones de dólares, frente a los aproximadamente 69.000 millones de dólares de 2011, según QUICK-Factset. La clasificación se basa en la producción del año pasado de los productores mundiales con datos disponibles en FactSet. Entre ellos se encuentran Freeport, Glencore, Zijin Mining Group, Rio Tinto y BHP. Todo apunta a una situación parecida a lo que ha pasado en el sector de energías fósiles y que ahora tiene a Europa sumida en una crisis energética importante.
"El aumento de los tipos de interés está pesando mucho en las mineras más pequeñas y puede desalentar nuevas inversiones de capital, dado que el negocio minero suele tardar años en proporcionar un retorno de la inversión tras la apertura de nuevas minas. En medio de la subida de los tipos, los mineros deberán estar aún más seguros de obtener un rendimiento suficiente de su inversión", dijo Takayuki Honma, economista jefe de Sumitomo Corporation Global Research. "Los productores con pocos fondos pueden buscar una ventaja de escala fusionándose con empresas ricas en capital con un sólido balance".
Con ello, y considerando una visión de largo plazo, conviene tener presente los fondos que existen:
- WisdomTree Copper, es un ETC (Excanged Traded Commodity) UCIT diseñado para proporcionar a los inversores una exposición a la rentabilidad total de los contratos de futuros del cobre, ya que el ETC pretende replicar el índice Bloomberg Copper Sub Total Return (BCOMHGTR), siguiendo el índice Bloomberg Copper Sub Escess Return. WisdomTree es una casa especializada en ETFs de materias primas, de hecho, es uno de los que más oferta tiene en este campo. En lo que va del año, hasta finales de octubre, el ETC había caído -23,44%, sin embargo, a 3 años la rentabilidad es del 6,69%.
Existen un par más de fondos cotizados que invierten en cobre, sin embargo, con poco track record. Aunque el inversor también podría elegir fondos de minería, con exposición a todo el sector y no específicamente a cobre.