Al iniciarse el ciclo de relajación, los mercados de renta fija podrían ofrecer oportunidades atractivas de inversión gracias a sus elevados rendimientos de partida y al potencial de plusvalías que suelen generar los recortes de tipos.
El poder de la rentabilidad
Las rentabilidades siguen siendo atractivas en todo el mercado de renta fija; sin embargo, estamos empezando a ver un deterioro de los tipos al contado. Los tipos al contado siguen siendo comparables a los del crédito con grado de inversión (IG), ya que ambos se sitúan en torno al 5%. Sin embargo, a un año vista, el mercado a plazo está valorando actualmente un tipo al contado del 3,4%, frente al 5,1% del crédito IG. En otras palabras, los mercados de renta fija ofrecen ahora a los inversores la posibilidad de captar rentas a más largo plazo.
A pesar de los resultados positivos del año hasta la fecha, la rentabilidad de los bonos sigue siendo comparable a los observados a principios de 2023. Mientras que los rendimientos nominales se mantienen prácticamente sin cambios, la inflación ha caído significativamente en los últimos 18 meses y, en consecuencia, la rentabilidad real ha aumentado hasta niveles positivos saludables. Por ejemplo, el rendimiento real del crédito Investment Grade (IG) se sitúa actualmente en torno al 2%. Esto es significativo porque durante la mayor parte de la era posterior a la crisis financiera mundial, los tipos reales fueron muy bajos o incluso negativos. Por lo tanto, el entorno actual ofrece a los inversores en crédito la oportunidad de obtener rentabilidad positiva a largo plazo.
Los niveles de rentabilidad son importantes por los ingresos que proporcionan, y también porque la rentabilidad inicial de un bono está altamente correlacionada con su rentabilidad total futura.
Equilibrar el riesgo mediante la duración
Además de los elevados rendimientos aún disponibles en esta clase de activos, los resultados de la renta fija también pueden beneficiarse de las plusvalías que suelen acompañar a los recortes de tipos. La coyuntura macroeconómica se ha caracterizado por un desplazamiento de la atención de la preocupación por la inflación a una posible ralentización del crecimiento. Esto significa que la duración pasa de ser un posible lastre para los resultados de la cartera a ser potencialmente un factor positivo.
Un entorno macroeconómico positivo
Un enfoque multisectorial tiene el potencial de captar cualquier viento de cola de duración y ofrecer a los inversores la oportunidad de beneficiarse de los rendimientos atractivos aún disponibles en todos los sectores de renta fija. El amplio universo de inversión disponible para este enfoque ayuda a diversificar las oportunidades de renta disponibles y ofrece al equipo de inversión la oportunidad de ajustar el posicionamiento en los diferentes segmentos a medida que cambian las condiciones del mercado.
Al analizar el cambio en el entorno macroeconómico, un escenario de aterrizaje suave sigue siendo, en nuestra opinión, el resultado más probable: la inflación está cayendo hacia el objetivo y el crecimiento, aunque moderado, sigue siendo resistente, lo que permite que los tipos bajen. Este es el resultado óptimo para la renta fija. El único escenario que podría suponer un reto para los resultados es una reaceleración de la inflación. En nuestra opinión, los datos económicos del verano sugieren que la probabilidad de que la inflación se reacelere ha disminuido, mientras que ha aumentado la probabilidad de un crecimiento lento y una inflación más baja.